Al menos 40 personas han muerto y 200 han resultado heridas a causa del doble atentado perpetrado este jueves en un barrio del sur de Beirut, bastión del partido-milicia Hezbolá, que ha sido reivindicado por el Estado Islámico.

Según la prensa local, dos hombres que iban caminando por la calle de Ain al Sikké, en el suburbio de Burj al Barajné, han activado casi de forma simultánea sus chalecos explosivos a la entrada de un centro comercial cercano a un hospital gestionado por Hezbolá.

Fuentes del Ejército han revelado que en el lugar del atentado se ha localizado el cadáver de "un tercer terrorista" que habría intentando inmolarse pero que no lo habría conseguido, de acuerdo con el diario libanés 'The Daily Star'.

Las fuentes médicas han cifrado en 40 los muertos y 200 los heridos. El ministro de Sanidad, Wael Abou Faour, ha advertido desde Burj al Barajné de que el balance de víctimas mortales podría aumentar porque varios de los heridos están graves.

El lugar ha quedado completamente destrozado y las fuerzas de seguridad han acordonado la zona para evitar que la gente se agolpe en torno al centro comercial y facilitar así la actuación de los equipos de emergencias.

El Estado Islámico se ha atribuido el atentado. "Los soldados del califato han detonado explosivos colocados en una moto en una zona frecuentada por los rafida (chiíes)", ha dicho la organización terrorista en un comunicado, mencionando también el uso de chalecos explosivos.

Hezbolá, en respuesta, ha prometido continuar "la lucha contra el terrorismo" en el marco de "la larga guerra". "Lo que ha pasado aquí es un crimen", ha dicho Husein Jalil, un portavoz del movimiento chií desde el lugar del atentado, en declaraciones recogidas por Reuters.

El primer ministro libanés, Tammam Salam, ha declarado una jornada de luto nacional para este viernes y el Ministerio de Educación ha anunciado que todos los centros académicos --desde los colegios hasta las universidades-- permanecerán cerrados.

Es el primer atentado en Beirut desde junio de 2014, cuando un coche bomba acabó con la vida de un general. El año anterior se registraron numerosos ataques contra objetivos de Hezbolá en represalia por su apoyo expreso al Gobierno de Bashar al Assad en Siria.