Siempre le buscan en estos momentos. Parece injusto.
Bueno, lo entiendo. ¡Es lo de siempre! Los indicios apuntan a una cadena de atentados cometidos por musulmanes. Manifestamos nuestra más firme condena y rechazo y nuestra solidaridad y cercanía con las familias de las víctimas y los heridos. También nos ponemos al lado del pueblo francés y de todos los pueblos libres que creen en la paz, la libertad, la democracia o la solidaridad. A pesar de que estos atentados se cometan en nombre del islam o reivindicando unos supuestos derechos de los musulmanes, no tienen ningún sentido y son injustificables. Son actos criminales. Y yo sigo bajo el estado de shock.
Esta tragedia ensucia el nombre del islam. También daña la imagen de los musulmanes?
Evidentemente, pero en estos momentos pensamos más en las familias que han perdido a sus seres queridos. Pensamos en el terror y el caos producido. ¡Es indescriptible el horror de lo sucedido! Después llamaremos a la calma para que la gente no confunda una cosa con la otra. A los musulmanes nos representan las entidades islámicas europeas, que condenan siempre estos atentados en acciones conjuntas. Rechazamos que lo sucedido se vincule con el islam.
Tras un atentado de estas características, ¿de qué se habla en sus mezquitas?
Primero se recuerda lo que dicen los textos sagrados del islam: que toda vida humana es sagrada; que matar a una persona equivale a matar a la humanidad entera; que el Corán condena el maltrato a un animal. Se remite a la gente a los textos originales del islam por si hay alguna persona engañada que haya podido leer por internet alguna fuente de información incorrecta o que se pueda conducir por las emociones y crea que ésta es una forma de venganza o respuesta a lo que sucede en Irak, Siria o Palestina. Y se llama a los musulmanes a la calma, a no contestar a provocaciones o insultos, y a justificar el enfado de la sociedad.
¿Y los fieles?
Hay personas que necesitan orientación. Hay jóvenes que vienen con tristeza, con dolor, con lágrimas en los ojos, preguntando por qué pasa esto, por qué lo vinculan con nosotros. Viene mucha gente a pedir una explicación a lo sucedido. ¡Es tan terrible y hay tanta impotencia! Porque sufres el mismo dolor que el resto, pero luego hay quien puede vincularte a ti con el bando de quienes han cometido esos atentados. Tienes el corazón sumergido en el dolor y la tristeza colectiva, pero por llamarte Mohamed o Alí o compartir religión con los terroristas culpables, hay quien puede confundir y vincularte. Una persona mayor puede tener paciencia, energía y fuerza para afrontar esto. Pero mucha gente joven no puede. Pide ayuda o entra en una espiral de aislamiento para no tener que justificar nada ni responder a las miles de preguntas que surgen en la calle o entre los amigos.
Hay sectores que afean a los musulmanes que no sean suficientemente contestatarios frente al yihadismo. Que lo condenan, pero que no lideran un movimiento en contra. ¿Qué opina?
Puede ser cierto. ¿Pero qué musulmanes? Los musulmanes en España carecen de instituciones fuertes y de buena organización. Las comunidades islámicas en España comparten esta condena pero no saben cómo transmitirla de forma contundente. No tienen fuerza para hacerlo y eso puede dar la sensación exterior de que no se condena lo suficiente. Tal vez falle la forma, pero en el fondo, la condena es la misma.
La pregunta se refería más bien a los musulmanes de los países donde el islam es mayoritario.
Eso es relativo. Las instituciones mundiales que representan la voz de los intelectuales, los sabios, los juristas y los teólogos más importantes del islam condenan oficialmente los atentados.
¿Y el pueblo raso?
Hay países en los que necesitas quince días de espera para poder tener el permiso de organizar una manifestación. Depende del grado de libertad, de la situación política, del movimiento asociativo de cada país? Es incorrecto evaluar el grado de repulsa de cada país con la vara de medir de las sociedades libres de Occidente. También pasa en sentido contrario.
¿A qué se refiere?
Por ejemplo, la causa palestina. Con lo que ahora está sucediendo en Cisjordania y Jerusalén, las manifestaciones tienen lugar en los países musulmanes más libres como Malasia o Indonesia. Aunque las formas de expresarlo no lleguen a Occidente, hay un rechazo en el mundo musulmán al terrorismo.
