Calma aparente entre los viajeros que ayer llegaron a Manises pasadas las 12.30 horas desde el aeropuerto parisino Charles de Gaulle. La mayoría de pasajeros con los que habló este periódico notaron una intensificación en la seguridad, pero no tuvieron más problemas a la hora de viajar.

«El control ha sido más lento que de costumbre. Hacen muchas preguntas, como por qué sales del país, y revisan todos los bolsos», explicó Ardouane de Lille, que ha venido para participar en el maratón. Por su parte, Isabel y Francisco Risueño también notaron «muchas más medidas de seguridad» ya que hubo un control de documentos inusual. Y es que, además de la situación de emergencia que se decretó en Francia, desde el día 13 el país galo había suspendido el acuerdo de Schengen por un mes.

Por otro lado, Philippe explicaba que ayer había «calma por el shock» y que era el momento «de contar a las víctimas». Achacó el retraso del vuelo a «los controles reforzados». Por su parte, Édouard confesó que temió no poder coger el avión, pero por lo demás, «como si no hubiera pasado nada».

En la terminal de llegadas, los viajeros hacían cola para facturar su equipaje destino Charles de Gaulle. Algunas personas reconocían haberse enterado por la mañana de lo ocurrido. «La situación es un poco complicada allí, pero esperamos que no pase nada», apuntaba Mónica, que despedía a su madre. «Yo sí he pensado cambiar el vuelo, pero ella dice que no tiene porqué pasar nada más», afirmaba.

A Concha Francesc su agencia de viajes les ofreció modificar el itinerario y la fecha, pero ella y su acompañante no lo hicieron porque «cuando hay un atentado piensas que es cuando más controlado va a estar todo». Pero Luis Román y Fiona Camor no estaban tan convencidos por lo que iban a intentar cambiar su vuelo de conexión para no pernoctar en París. «Por el momento, ya hemos cambiado el hotel y hemos reservado en uno junto al aeropuerto», confesó Luis.

Sin cancelaciones

Como confirmaron a Levante-EMV fuentes de la aerolínea, sus tres vuelos que salen a diario desde Manises (7, 13 y 19 horas) no se habían visto afectados y tampoco había muchas cancelaciones; de hecho, por la mañana solo un grupo de siete personas había anulado su vuelo por miedo.

De los pocos franceses que esperaban para facturar -la mayoría de pasajeros solo hacía escala en París-, algunos no quisieron comentar lo ocurrido. Leo, una joven, afirmó que no solo no se había planteado posponer su vuelo, sino que tenía aún más motivos para ir a París, y se mostraba muy consternada y afectada, ya que opinó que «para mí con esto estalla una guerra civil».

Aena informaba que los aeropuertos operaban con normalidad, y solo apuntaba que los vuelos a Paris podían «registrar demoras por el refuerzo de la seguridad en Francia». En la misma línea se expresaban desde Aéroports de Paris y avisaban de «retrasos adicionales».