El Ejército sirio recuperó este viernes el control de la antigua ciudadela de Palmira, que se eleva sobre un monte en las afueras de la localidad, en medio de avances frente al grupo terrorista Estado Islámico (EI), que conquistó esta zona en mayo.

Así lo confirmó a Efe el responsable político Talal al Barazi, gobernador de la provincia central de Homs, donde se ubica Palmira.

Al Barazi destacó que los soldados también retomaron en la periferia el llamado monte de Syriatel, donde hay una torre de telecomunicaciones, y han progresado hasta situarse a solo 500 metros del aeropuerto de la población.

"Los enfrentamientos se han concentrado en áreas de los alrededores, al norte, oeste y suroeste de Palmira. Estamos trabajando para destruir los artefactos explosivos que los terroristas del EI han colocado para impedir el paso del Ejército", explicó el gobernador.

No obstante, los soldados lograron entrar ese jueves en el sur de Palmira, donde libraron combates contra sus enemigos, y durante la jornada de hoy irrumpieron en el barrio de Al Mutaqaidín, en el noroeste, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG subrayó que las Fuerzas Armadas nacionales están respaldadas en esta ofensiva por asesores rusos y la Brigada de los Fatimíes, un grupo integrado por milicianos chííes procedentes de Afganistán y de otros Estados asiáticos.

Estos efectivos terrestres cuentan con la cobertura aérea de la aviación siria y de la rusa, que están bombardeando posiciones del EI en Palmira y sus cercanías.

El activista Abul Mayed al Tadmuri, de la Coordinadora de la Revolución en la Ciudad de Palmira, reveló a Efe por internet que las autoridades sirias centran su estrategia en los bombardeos antes de acceder a la población.

Por su parte, el EI "se defiende con operaciones de precisión" en las que trata de infiltrarse en las filas del régimen para llevar a cabo atentados con explosivos, apuntó Al Tadmuri, desde fuera de Palmira, aunque tiene contacto con activistas de su organización que sí que están dentro.

Los yihadistas están utilizando, además, proyectiles de artillería, defensas antitanque y francotiradores contra las fuerzas gubernamentales, detalló el activista.

El pasado 20 de mayo, el EI ocupó Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, tras una ofensiva en la que conquistó amplias partes de Homs, fronteriza con la provincia iraquí de Al Anbar.

Al Barazi reiteró este viernes que por el momento los enfrentamientos transcurren lejos de dichas ruinas, situadas al sureste de la urbe.

La ciudadela de Fajr Edin al Maani, del siglo XIII d.C., cuyo control recuperaron hoy las autoridades, se encuentra al noreste de Palmira.

Conocida como "la novia del desierto" y localizada en un oasis, Palmira fue en el pasado uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda.

Desde que el EI se hizo con su dominio ha dinamitado tres torres funerarias del siglo I d.C., el Templo de Bel, el Templete de Bal Shamin y el Arco de Triunfo.

El teatro romano de Palmira ha sido empleado por los extremistas como escenario para asesinar a sus prisioneros, como ocurrió en julio, cuando 25 soldados sirios fueron ejecutados a tiros por menores de edad reclutados por el EI.

El asalto del Ejército sirio a Palmira coincide con una intensificación de las operaciones contra el EI en Siria e Irak tras los atentados de hace tres días en Bruselas, que causaron 31 muertos y más de 300 heridos y que fueron reivindicados por esta organización terrorista.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó este viernes de la muerte anoche en un ataque de un dirigente de los extremistas en las afueras de Al Raqa, bastión del EI en Siria, pero su director, Rami Abderrahman, señaló a Efe que todavía no han podido esclarecer su identidad ni la forma en que falleció.

En paralelo, las fuerzas iraquíes desarrollan una operación contra el EI en la provincia de Nínive, cuya capital, Mosul, es el feudo más importante de los radicales en Irak.