Al menos 72 personas han muerto y 359 más han resultado heridas en el atentado perpetrado este domingo en el parque infantil Gulshan e Iqbal, en la ciudad paquistaní de Lahore, que en esos momentos estaba abarrotado al tratarse de un día festivo. La Policía paquistaní ha identificado al suicida como Yousuf Farid, de 28 años, y ha informado de la detención de tres de sus hermanos.

Los medios paquistaníes informan citando fuentes de las fuerzas de seguridad y de los servicios de rescate de este nuevo balance, provocado por la explosión de una bomba que portaba un suicida que detonó la carga en el aparcamiento del parque, a escasos metros de los columpios. El atentado fue perpetrado en torno a las 18.40 horas (las 15.40, hora de España peninsular).

Los primeros indicios apuntan a que la bomba contaba con rodamientos de metal, que hicieron las veces de metralla, por lo que se sospecha que el atentado pretendía causar el mayor número de víctimas y de forma indiscriminada. El Ejército ha sido ya desplegado en la zona, que ha quedado acordonada por las fuerzas de seguridad.

Gran parte de las víctimas son mujeres y niños, dado que el Gulshan e Iqbal es un parque infantil, que además se encuentra en una importante zona residencial de Lahore.

Testigos de la explosión han explicado que las víctimas fueron trasladadas a hospitales en taxis y carricoches. Decenas de ambulancias se trasladaron hasta el lugar del atentado.

Los testigos han informado de que no existía presencia policial en el parque. "Es un lugar enorme y tiene una gran cantidad de entradas. La presencia de seguridad era prácticamente nula", ha lamentado un testigo al diario 'Dawn'.

El terrorista había sido profesor

En total han sido detenidas 15 personas, incluidos los tres hermanos del suicida, que se encuentran ya bajo custodia del Departamento Antiterrorista de la Policía paquistaní.

El suicida, Yousuf Farif, nació el 1 de enero de 1988 y vivía en la región de Fatá Suhrani, distrito de Muzzafargarh, en el centro de Pakistán. La investigación revela que trabajó durante ocho años como maestro en un seminario religioso de Lahore tras concluir su formación religiosa en Dera Ghazi Khan.

Los talibanes reivindican el atentado

El grupo talibán Jamaat ul Ahrar asumió el atentado y afirmó que el objetivo eran los cristianos que celebraban la Pascua.

"Reclamamos la responsabilidad del ataque contra los cristianos que celebraban la Pascua", dijo el portavoz del grupo islamista Ehansullah Ehsan al diario paquistaní The Express Tribune.

La organización terrorista indicó que este atentado forma parte de una serie de operaciones bautizadas como "Saut-ul-Raad" (la voz del trueno), que continuarán a lo largo de 2016.

El Gobierno provincial del Punjab, de la que Lahore es la capital, informó en su cuenta de la red social Twitter que ha declarado el estado de emergencia en los hospitales de la ciudad y ha organizado transportes para llevar donantes de sangre a los centros médicos, al tiempo que anunció tres días de luto oficial.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el ataque y expresó su dolor por estos hechos.

A la condena se unió el Gobierno de Estados Unidos, que calificó de "atroz" el atentado.

"Este acto cobarde en el que ha sido durante mucho tiempo un parque pintoresco y apacible ha matado a decenas de civiles inocentes y ha dejado muchos heridos", resaltó en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price.

El mayor atentado desde el ataque a una escuela en Peshawar

Se trata del mayor atentado insurgente en el país desde el ataque del Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) a una escuela de Peshawar que causó la muerte de 125 estudiantes.

El TTP afirmó que ese asalto era una venganza por la operación militar que lanzó el Ejército en las zonas tribales del noroeste del país en junio de 2014 y que continúa en la actualidad.

Esa operación ha golpeado duramente la capacidad de los grupos islamistas y el número de víctimas en atentados había disminuido a su nivel más bajo en ocho años.

A pesar de ello, se han seguido produciendo ataques, principalmente contra objetivos civiles, como tribunales y universidades.

A mediados de marzo, 15 personas murieron y 30 resultaron heridas en un atentado con bomba contra un autobús en el que viajaban empleados del Gobierno en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país.

Una semana antes, 14 personas fallecieron y otras 26 resultaron heridas en una acción suicida a la entrada de un tribunal en el norte del país en venganza por la ejecución de un islamista.