El conservador Partido Progresista Serbio (SNS) y su líder, el primer ministro, Aleksandar Vucic, confirmaron hoy su dominio absoluto de la escena política del país balcánico al conseguir una amplia victoria con mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias anticipadas.

Según anunció el propio Vucic, con el recuento del 77 por ciento de los votos su partido ganó los comicios con un 50,9 por ciento de los votos, delante del Partido Socialista (SPS) con un 11,23 por ciento y el Partido Radical Serbio (SRS), con el 7,4 por ciento.

También el Partido Democrático (DS), de centro izquierda, parece haber logrado la entrada en el Parlamento de 250 escaños, con un 5,4 por ciento de los votos.

Ante la falta de datos oficiales, las proyecciones de la prestigiosa ONG "Centro para las Elecciones Libres y la Democracia" (CeSID) son las únicas que confirman la aplastante victoria del SNS y los demás resultados en gran medida.

Ante la prensa, el primer ministro se mostró "profundamente conmovido" por el resultado electoral que calificó como "históricos" y recordó que fueron conseguidos a pesar de las medidas de austeridad emprendidas para mejorar la economía.

En las anteriores elecciones, de 2014, el SNS ganó con un 48,35 por ciento, lo que le dio una mayoría absoluta de escaños en el Parlamento, aunque Vucic prefirió formar una coalición de Gobierno con los socialistas.

"Serbia continuará su vía europea. Trataremos de acelerarla, y en eso no habrá compromisos. Pero a la vez guardaremos celosamente nuestros vínculos con los amigos tradicionales Rusia y China, y con Estados Unidos", prometió hoy el primer ministro, de 46 años.

Señaló que los resultados electorales han sido "un fuerte apoyo a la democracia, las reformas y las integraciones europeas" de Serbia, que negocia con Bruselas su entrada en la Unión Europea (UE).

"Estas elecciones han sido un voto por un futuro de prosperidad", aseguró el primer ministro serbio y recalcó que "no será fácil, no pasará de la noche a la mañana".

Los críticos de Vucic le acusan de ser autoritario y de querer fortalecer más todavía su poder con estas elecciones, que han dejado debilitada a la atomizada oposición.

Tras varios años fuera del Parlamento, el partido radical SRS, liderado por el controvertido ultranacionalista Vojislav Seselj, logró hoy volver a la Cámara.

Unos 6,7 millones de ciudadanos con derecho a voto estaban llamados a las urnas hoy para elegir a los 250 diputados del Parlamento nacional entre 20 partidos y coaliciones.

Las elecciones fueron convocadas dos años antes de lo previsto, según Vucic para dar un nuevo impulso a las reformas que afronta el país como candidato a entrar en la UE.

El objetivo del primer ministro, ahora ferviente europeísta aunque en el pasado nacionalista radical serbio, es completar los requisitos necesarios de aquí al año 2020 cuando concluiría el mandato del nuevo Ejecutivo.

La reforma de una administración pública sobredimensionada y la reestructuración y privatización de las grandes empresas estatales que podrán resultar en una oleada de despidos son los principales desafíos que esperan al segundo Gobierno de Vucic.

En los dos últimos años las finanzas públicas de Serbia, uno de los países más pobres de Europa con una tasa de desempleo cercana al 20 por ciento y un salario mensual medio de unos 400 euros, se han estabilizado y la economía ha mejorado paulatinamente tras la fuerte crisis del años 2008.

Para este año, el Banco Mundial espera un crecimiento del 1,8 por ciento, aunque el Vucic espera alcanzar un 2,0 por ciento.