El exdictador chadiano Hissène Habré fue condenado hoy a cadena perpetua tras ser declarado culpable de crímenes contra la humanidad por ordenar decenas de miles de asesinatos políticos y torturas durante su mandato (1982-1990)

El veredicto, que puede ser recurrido durante los próximos quince días, fue dictado por un tribunal especial creado por la Unión Africana en Senegal para juzgarle a instancia de las propias víctimas.

Los jueces le han declarado culpable de "crímenes contra la humanidad, de violaciones, de secuestros y de torturas", pero le han exculpado de las acusaciones de crímenes de guerra.

Según expone la sentencia, Habré, siendo jefe del Estado, jefe de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Presidencial de Chad, creó y controló un sistema para llevar a cabo una amplia campaña de represión que causó miles de víctimas.

El tribunal destacó además la responsabilidad personal de Habré en los crímenes cometidos por la Brigada de la Seguridad Interior (BSIR).

"Habré daba las ordenes de arresto, torturas y ejecuciones. La Cámara está convencida de que su contribución en la empresa criminal era esencial", leyó el presidente del tribunal, que reconoció que la edad de Habré (73 años) ha sido una circunstancia atenuante.

Los jueces, a quienes Habré tachó de "agentes del imperialismo", lamentaron la actitud que mantuvo el exdictador durante el juicio, especialmente hacia las víctimas que declararon.

El veredicto ha sido acogido entre aplausos y gritos de alegría de las víctimas presentes en la sala.

El exdictador también recibió aplausos de apoyo de sus seguidores, a quienes respondió levantando las manos en signo de victoria antes de salir custodiado por sus guardias.

Si no recurre la sentencia o su apelación no prospera, Habré podría pasar el resto de su vida en una unidad especial de la cárcel de Cap Manuel en la capital senegalesa, la misma ciudad donde se refugió en 1990 tras su derrocamiento por una rebelión encabezada por Idris Deby Itno, actual mandatario chadiano.