El primer ministro de Francia, Manuel Valls, calificó hoy de "indignos" los silbidos e insultos que recibió en el homenaje nacional en Niza a las víctimas del ataque del pasado jueves, que atribuyó a "la actitud poco espontánea de una minoría".

"Los silbidos y los insultos son indignos en una ceremonia de recogimiento y de homenaje a las víctimas", declaró el jefe del Ejecutivo francés a la edición digital del diario local "Nice Matin".

Más de 40.000 personas han acudido este lunes al Paseo de los Ingleses de Niza, donde Mohamed Lahouaiej-Bouhlel arrolló el 14 de julio a decenas de personas con un camión. Murieron 84 personas y otras 200 resultaron heridas.

Valls y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, han representado al Ejecutivo en este acto y han tenido que escuchar silbidos y peticiones de "dimisión, dimisión" de quienes culpan al Gobierno de la ola de ataques sufridos por el país en los últimos meses. También se han escuchado gritos de "asesinos".

Valls agregó que asume y comprende "la desesperación y las dudas de las familias, los allegados y de todos aquellos traumatizados porque asistieron al recorrido asesino del camión" que dejó "niños muertos y familias desgarradas por la barbarie".

"Mi lugar era estar entre los nicenses. Pero tiene que haber dignidad" tanto entre "los responsables políticos" como entre "todos los ciudadanos", lanzó el primer ministro. Valls insistió en que es momento de preservar la unidad nacional y no crear "división y odio". “Esa imagen no es la de Niza, ni la de Francia", concluyó.