El Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y el Departamento de Justicia de EE.UU. investigan posibles vínculos estadounidenses con una presunta trama de corrupción del depuesto presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, según informó la CNN que cita fuentes de estos organismos.

Entre los investigados por las autoridades estadounidenses están el recién dimitido jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, o el hermano del jefe de campaña de Hillary Clinton, Tony Podesta.

El The New York Times reveló a principios de semana que Manafort aparece en una lista de pagos en sobres mantenida por el partido de Yanukóvich (Partido de las Regiones), aliado de Moscú.

Según el rotativo neoyorquino, el exjefe de campaña de Trump, que trabajó como asesor de Yanukóvich, habría recibido 12,7 millones de dólares en metálico entre 2007 y 2012.

Sin embargo, las fuentes citadas por la CNN aseguraron a este medio estadounidense que ni Manafort ni su firma son el foco de la investigación, que también busca irregularidades en otras consultoras como la de Podesta.

Manafort no niega los pagos, pero los matiza

En respuesta al The New York Times, Manafort aclaró que todos lo pagos recibidos durante su trabajo en Ucrania fueron para "todo el equipo político: personal de campaña (local e internacional), encuestas e investigación, integridad electoral y anuncios de televisión", y negó que fueran en metálico.

El Grupo Podesta, por su parte, aseguró hoy haber contratado a un despacho de abogados para examinar el caso.

La investigación del FBI está vinculada a la que las autoridades proeuropeas ucranianas realizan sobre las finanzas de Yanukóvich, cuyo depuesto Gobierno, aseguran, estuvo inmerso en una trama generalizada de corrupción.

Los opositores a Trump han aprovechado el papel que tenía Manafort en su campaña para esparcir suposiciones sobre una posible interferencia de Rusia y de su presidente, Vladímir Putin, en los comicios estadounidenses.

Más después de que Trump haya mostrado en repetidas ocasiones su simpatía y admiración por el mandatario ruso.