La agente de Policía de raza blanca de Tulsa, en Oklahoma, que mató a tiros a un negro desarmado cuyo vehículo se había averiado y bloqueaba una calle la semana pasada, se ha entregado a las autoridades, que la buscaban por homicidio imprudente, a primera hora de este viernes, según los registros penitenciarios.

Betty Shelby, de 42 años, ha entrado en la prisión del condado de Tulsa poco después de las 13.00 horas (hora local) tras ser imputada el jueves con homicidio por la muerte de Terence Crutcher, de 40 años.

Shelby ha sido puesta en libertad tras el pago de una fianza de 50.000 dólares y está previsto que comparezca ante el tribunal el 30 de septiembre.

Los documentos judiciales presentados por la oficina del condado de Tulsa acusan a Shelby de reaccionar de manera excesiva y escalar la situación que llevó a disparar a Crutcher el viernes pasado. De ser condenada, se enfrenta a hasta cuatro años de cárcel, según los abogados.

En dos vídeos aportados por la Policía de Tulsa, se puede ver a Crutcher con las manos en alto poco antes de ser disparado. La Policía ha dicho que Crutcher no iba armado y no había tampoco ningún arma en el vehículo. Publicaron los vídeos, uno tomado por un helicóptero y otro desde el coche patrulla, en un intento de transparencia.

Shelby dijo que iba a otra llamada cuando se encontró con Crutcher, cuyo coche averiado estaba bloqueando la carretera. Según la agente, el hombre no respondió a sus preguntas ni a sus órdenes de que se parara mientras avanzaba hacia su vehículo con las manos en el aire.

El incidente ha intensificado el examen sobre el uso excesivo de la fuerza y las denuncias de parcialidad racial por parte de los cuerpos de seguridad frente a las minorías.

Charlotte, en Carolina del Norte, ha sido escenario de tres noches seguidas de protestas, algunas violentas, después de que un hombre, también de raza negra, muriera por disparos de la Policía el martes.