Jerusalén fue escenario hoy de un nuevo ataque palestino con el resultado de dos israelíes fallecidos y cinco heridos por disparo y el autor muerto por la Policía, en medio de una seguridad extrema con motivo de un período de fiestas hebreas.

Dos israelíes, una mujer de 60 años y un agente de la Policía en la treintena perdieron la vida como consecuencia del ataque con arma de fuego ocurrido en una zona de Jerusalén donde confluyen la parte oeste (judía) y este (árabe), objeto de ataques similares desde hace más de un año.

Según dijo a Efe una portavoz del Hospital Hadasa Ein Karem, se certificó la muerte de los dos israelíes poco después de que ser evacuados al centro médico.

Otras cinco personas resultaron heridas en el transcurso del ataque, posterior búsqueda y reducción del agresor palestino, tres de las cuales se encuentran en situación grave, a las que se suman tres víctimas trasladadas al hospital por ataques de ansiedad.

Dos de los heridos lo fueron en un accidente de coche provocado por los disparos.

De acuerdo al digital israelí Ynet en hebreo, el policía falleció como consecuencia de los disparos que sufrió no lejos de donde fue herida la mujer, en un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y el agresor.

El atacante, de 39 años y vecino del barrio palestino de Siluán, en Jerusalén Este, murió por los disparos de agentes de la Policía israelí tras darse a la fuga y protagonizar un enfrentamiento.

Poco después de que se fueran conociendo datos sobre el suceso, las autoridades judiciales israelíes impusieron un secreto de sumario que impide la publicación de las circunstancias, identidad del agresor o datos de las víctimas.

La Policía había informado previamente de que el agresor se acercó en un vehículo a un cruce de la carretera 1 de Jerusalén, donde se encontraban varias personas junto a una parada de tranvía cercana a una comisaría de Policía y allí disparó a la mujer que se encontraba en un vehículo y fue herida crítica antes de fallecer.

Posteriormente, el agresor huyó y fue seguido por fuerzas de seguridad hasta el barrio palestino de Sheij Jarraj, en Jerusalén Este, donde cuando se percató de que le perseguían, comenzó a disparar y se produjo un intenso tiroteo en el que resultó crítico el agente fallecido después, además de otro, herido de gravedad.

El atacante quedó herido y fue trasladado al hospital, donde se certificó su fallecimiento.

Efe pudo constatar intensos tiroteos en el lugar de los hechos, donde minutos después del suceso la zona fue acordonada y recibió decenas de patrullas de la Policía y de los servicios de emergencia.

El ministro de seguridad interior, Guilad Erdán, declaró a los medios en el lugar de los hechos que el ataque "es un suceso difícil que ha tenido lugar en múltiples puntos" y que "no había amenazas concretas sobre un ataque específico como este".

También responsabilizó a las redes sociales y pidió la colaboración de Facebook para eliminar la instigación que se vierte en ellas y que según él, es la responsable de este tipo de agresiones.

Erdán indicó que se evitó una tragedia mayor gracias al despliegue de miles de agentes del orden que refuerzan la seguridad en la urbe con motivo de la temporada de festividades hebreas que se inició la semana pasada con el Rosh Hashaná (Año Nuevo) y concluye el 24 al finalizar la festividad de los Tabernáculos.

El comisario jefe de la Policía israelí, Roni Alsheich, llamó hoy a la ciudadanía a permanecer en alerta pero sin modificar su rutina y aseguró que "no le sorprendía" que hubiera individuos que buscan alterar la tranquilidad y la moral en las festividades judías.

En Gaza, el movimiento islamista Hamás se felicitó por el ataque y su portavoz Fawzi Barhum señaló que el grupo "lo considera una respuesta natural a los crímenes de la ocupación y sus violaciones contra nuestro pueblo y sus lugares sagrados".

El hecho se produce un año después de que comenzara una ola de violencia en la zona, protagonizada principalmente por lo que la policía israelí llama "lobos solitarios" palestinos, sin filiación definida.

En este periodo han muerto 234 palestinos, en su mayoría agresores, y 38 israelíes, además de otras cuatro personas de diversas nacionalidades, víctimas de los ataques