Más de 80.000 personas fueron evacuadas de Haifa (norte de Israel) por un incendio que amenaza a una decena de barrios de la ciudad y que se enmarca en una cadena de fuegos en el país, la cual investigan los servicios secretos ante las sospechas de que se trate de una ola de ataques palestinos.

Al menos once barrios se ven afectados por un fuego que comenzó hoy en una zona boscosa en la parte suroeste de la localidad y que ha obligado a desalojar los dos campus universitarios en las colinas del monte Carmel -la Universidad de Haifa y el politécnico Tejnión- así como varios centros penitenciarios y médicos.

Fuentes policiales indicaron que hasta ahora se ha evacuado a miles de personas de once barrios, en los que se han registrado cuantiosos daños materiales, y que 115 equipos de bomberos trabajan sólo en esa ciudad.

"Hemos evacuado a 60.000 habitantes, no tiene precedentes", dijo Yona Yahav, alcalde de una ciudad donde conviven árabes y judíos, pero horas después la policía actualizó la cifra a más de 80.000, sólo en Haifa, e informó de al menos cinco focos provocados.

El servicio de emergencia Maguen David Adom (equivalente a Cruz Roja) señaló que ha prestado asistencia a unas 100 personas, todas ellas en estado leve y afectadas en su mayoría por inhalación de humo.

El incendio de Haifa se suma a una cadena de fuegos que desde el martes afecta al país y que ha cortado carreteras y ha causado importantes daños materiales.

Durante la jornada se detectaron varios focos en los cruces de Shaar Hagay (acceso a las montañas que conducen a Jerusalén), las ciudades de Rishón Letzión, Savión, Modiín y Cesarea, los asentamientos judíos de Talamón y Oranit y los alrededores de la ciudad árabe-israelí de Umm El Fahem, amén de otras zonas rurales.

A última hora de la jornada, la policía ha notificado otros cinco incendios en bosques de la Galilea Superior (norte del país).

En días anteriores, el fuego azotó al menos a otras cuatro localidades israelíes, entre ellas las afueras de Jerusalén, donde hoy seguía ardiendo uno de los focos.

El jefe de la policía israelí, Roni Alshej, reveló que algunos de los incendios fueron provocados, aunque apuntó que "no se trata de una acción organizada, sino de (gentes) que han aprovechado la oportunidad".

"Un equipo especial se encarga de la investigación. No quiero decir en qué caso se trata de incendio provocado para no generar más casos", afirmó.

Una "nueva forma de terrorismo".

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Seguridad Interior, Guilad Erdán, describieron la situación como una "nueva forma de terrorismo".

"Estamos ante una ola de terrorismo incendiario. Todo incendio provocado es una forma de terrorismo, cualquiera que intente quemar partes del Estado de Israel será castigado", afirmó Netanyahu desde la ciudad de Haifa.

Ocho personas, de ellos al menos cuatro palestinos, según el servicio de noticias Ynet, han sido arrestadas como sospechosas de los fuegos y el servicio secreto ha sido implicado en las investigaciones.

Israel cree que lo que pudo comenzar por accidente ha acabado transformándose en una cadena de réplicas provocadas por una "ola de incitación en las redes sociales", denunció Erdán, quien mencionó los numerosos "post" en los que palestinos y árabes de toda la región instaban a provocar más incendios y un anciano jeque que bendecía "el castigo de los cielos".

Se investiga asimismo si está relacionada con un polémico proyecto de ley del Gobierno israelí para reducir el volumen de los altavoces en las mezquitas.

Frente a las sospechas, el presidente palestino, Mahmud Abás, ha ofrecido la colaboración del servicio palestino de bomberos, ayuda que Israel ha aceptado.

"Hemos recibido órdenes de estar preparados para el momento en que sea necesario", confirmó a Efe el portavoz del servicio de defensa civil palestino Nael al-Azzeh.

Fuertes vientos

Los incendios, que recuerdan el fatídico fuego del Carmel en 2010 con 44 muertos, se han visto intensificados por los fuertes vientos del este que soplan esta semana en la región y se han propagado rápidamente a causa de una sequía que afecta a la zona después del árido verano de Oriente Medio.

"Este noviembre está siendo extremadamente seco. No hemos tenido lluvia. La sequía alienta a que cualquier fuego pequeño se propague rápidamente. Las condiciones meteorológicas son muy propicias", explicó el meteorólogo Noah Wolfson, subdirector del servicio Meteotech.

Debido a la fiereza del fuego y los múltiples focos, Israel ha pedido ayuda internacional para combatir la cadena de incendios, que afecta ya a más de cien hectáreas y ha dejado numerosas viviendas carbonizadas.

Hoy aterrizaron desde Grecia y Chipre, países con los que hay acuerdos de cooperación para estos casos de emergencia, cinco aviones para la extinción de incendios y se esperaba también la llegada de aparatos de Croacia, Italia, Rusia, Turquía y Francia.

Además, Israel ha contratado los servicios de una empresa estadounidense para que envíe a la zona un "Supertanker", un gigantesco avión con capacidad para hacer continuos barridos de zonas forestales.