La falta de combustible aparece como la causa más probable del accidente del avión en el que viajaba la plantilla del Chapecoense, que dejó 71 muertos y 6 supervivientes, a juzgar por revelaciones hechas hoy del diálogo del piloto con la torre de control del aeropuerto que sirve a Medellín.

En los instantes finales, cuando le faltaban solo 17 kilómetros para la cabecera de la pista del aeropuerto José María Córdova de Rionegro que sirve a Medellín, el piloto del avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia, capitán Miguel Alejandro Quiroga, "se declaró con fallas eléctricas" y con escasez de combustible antes de estrellarse, según esa terminal aérea.

"Señorita, Lamia 933 está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible", afirma una voz que se identifica como el piloto de la aeronave accidentada. Enseguida la torre de control le dice que tiene "pista libre", según la grabación.

Enseguida la torre de control del aeropuerto internacional José María Córdova le dice que tiene "pista libre", según la grabación.

"Pista libre y esperando lluvia sobre la superficie Lamia 933, bomberos alertados", responde la controladora aérea.

GMv2|pTipoComp=fotos&pIdGaleria=583d3d020cf2e5117545463a|GMv2

Ver Galería

Poco antes, el piloto había solicitado "prioridad para la aproximación" y le pide en varias ocasiones que le indique "vectores la pista", es decir orientaciones para aproximarse lo más rápido posible al aeropuerto.

Al inicio de la grabación se escucha como la controladora de turno estaba dando prioridad a otra nave de la aerolínea Viva Colombia que tenía un problema por "una fuga".

Cuando el piloto de la aeronave de Lamia informó de la gravedad de su situación, la controladora desvió a otros dos aviones comerciales que estaban aproximándose al aeropuerto para que pudiera aterrizar el avión del Chapecoense. "Emergencia de combustible señorita, por eso le pido de una vez curso final", le dice el piloto.

Pilotos colombianos que a esa hora volaban hacia Medellín y escucharon en sus frecuencias de radio la conversación, relataron que efectivamente el capitán del avión de Lamia informó a la torre de problemas eléctricos y de combustible.

Poco antes de perder el contacto, la controladora le dice que no tiene la altitud necesaria, a lo que el piloto dice que se encuentra a 9.000 pies. Según expertos consultados por varios medios colombianos, esa altitud es insuficiente para pasar el Cerro Gordo, cercano al aeropuerto y contra el que se estrelló finalmente la aeronave, apenas a 17 kilómetros de la pista.

Esa grabación coincide con versiones de pilotos de comerciales según los cuales el avión pudo haberse quedado sin combustible y que además el piloto no informó correctamente a la torre de la gravedad de su situación.

Momento en el que el radar pierde el contacto con el avión siniestrado.

Juan Sebastián Upegui, copiloto de un avión de Avianca, aseguró en una grabación que escuchó por radio al piloto de Lamia decirle a la torre de control: "Tenemos problemas de combustible".

Otro reveló a Caracol Radio, que no lo identifica, que el avión de Lamia "llegó con el límite de gasolina y no tenía para mitigar ninguna demora" cuando la torre le pidió esperar el aterrizaje del otro aparato, de Viva Colombia, que tenía la fuga de combustible.

El director general de Lamia, Gustavo Vargas, afirmó hoy en La Paz al canal Unitel que el piloto tenía la opción de abastecerse en Bogotá en caso de sufrir un déficit de combustible.

Indicó que inicialmente estaba previsto que el avión recargara en Cobija (norte de Bolivia), pero no se hizo por falta de tiempo y que el piloto podría haberlo hecho en Bogotá "en el caso hipotético de que hubiera necesitado combustible".

"Tenemos que investigar por qué tomó la determinación de irse en forma directa a Medellín", manifestó Vargas en otras declaraciones que publica el diario Página Siete.

Mientras, en la identificación de los 71 ocupantes fallecidos trabajan las autoridades colombianas con el apoyo de las brasileñas ya que la mayoría de las víctimas era de esa nacionalidad.

"Hasta esta mañana había 45 cuerpos identificados y la idea es que hoy se termine con esa actividad, eso es lo que esperamos", dijo a periodistas el director general de Migración Colombia, Christian Krüger, con lo cual se espera que la repatriación de los fallecidos pueda hacerse esta misma semana.

En cuanto a los heridos, los más delicados son los futbolistas Alan Ruschel y Helio Neto, que siguen en condición crítica pero estable, según el parte médico.

"Alan está hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos en estado crítico pero estable. Fue intervenido quirúrgicamente ayer por una fractura que tiene en su columna vertebral, y salió muy bien de la cirugía. No tiene compromiso neurológico y tiene bien la movilidad de sus piernas", dijo la directora médica de la Clínica Somer de Rionegro, Ana María González.

El director médico de la Clínica San Juan de Dios de La Ceja, Luis Fernando Rodríguez, explicó sobre Neto: "Helio está estable, pero su condición es crítica" pues no está coagulando bien y se le han hecho "transfusiones sanguíneas".