Al menos 16 personas han muerto, entre ellas altos cargos policiales, en el atentado, presuntamente obra de un suicida, que se ha producido este lunes en la ciudad paquistaní de Lahore, en el noreste del país, según informa la cadena de televisión 'GEO'.

La explosión se ha producido junto a la sede de la asamblea de la provincia de Punyab, de la que Lahore es la capital, muy cerca del lugar donde se estaba celebrando una protesta contra la modificación de la ley provincial sobre medicamentos.

Según este medio había cientos de personas cuando se ha registrado la deflagración, lo que ha dejado también medio centenar de heridos que están siendo evacuados hacia los hospitales de la ciudad.

De acuerdo con el diario 'Dawn', entre los fallecidos figura un alto cargo policial que había acudido al lugar de la protesta para intentar mediar con los manifestantes, principalmente químicos y farmacéuticos.

El JuA reivindica el ataque

El grupo Jamaat-ul-Ahrar (JuA), escisión de la principal formación talibana de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), ha reclamado la autoría del atentado suicida y amenaza con más acciones contra los "infieles".

"De parte de los valientes hijos de Jamaat-ul-Ahrar hubo un ataque suicida en la ciudad de Lahore, en el Punyab paquistaní, en el que muchos miembros de las fuerzas de seguridad (...) murieron y otros fueron heridos", dijo en un comunicado el portavoz del grupo insurgente, Asad Mansoor.

La fuente identificó al atacante suicida como Nasarullh alias Zabeehullah y advirtió de que la acción de hoy marca el inicio de su nueva operación, Ghazi o Combatiente de infieles, en la que atacarán a los "departamentos de infieles paquistaníes".

A pesar de ser una de las zonas más seguras del país, Lahore ya fue escenario de un ataque suicida similar en marzo de 2016, cuando 72 personas murieron y 359 resultaron heridas en un atentado reivindicado también por JuA.

Pakistán lanzó en junio de 2014 una operación militar en las zonas tribales que ha conllevado una reducción significativa de las acciones insurgentes y que ha causado la muerte de más de 3.500 supuestos terroristas, según datos del Ejército.

El pasado 7 de febrero, el departamento provincial de Interior así como la Policía de Punyab y la Autoridad Nacional Antiterrorista (NACTA) habían alertado de la posibilidad de atentados en Lahore. La NACTA había dado instrucciones de que se incrementara la vigilancia en todas las instalaciones vitales.

La ministra provincial de Justicia, Rana Sanaulá, ha asegurado que se habían adoptado medidas. "El lugar donde se ha producido la explosión está siempre bajo amenaza. Incluso si no hubiera alerta, siempre se adoptan estrictas medidas de seguridad en la zona", ha sostenido, según 'Dawn'.