Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron este lunes su plan para derogar y reemplazar la Ley de Cuidado de Salud Asequible impulsada por el expresidente Barack Obama, que era muy esperado tras las promesas conservadoras para acabar con el sistema actual.

La propuesta republicana aparece recogida en dos proyectos de ley, que fundamentalmente pretenden generar un sistema de créditos fiscales para ayudar a la gente a comprar seguros médicos, y eximirá a las empresas de tener que ofrecer una alternativa de cobertura a sus empleados.

Ese crédito fiscal oscilaría entre 2.000 y 4.000 dólares al año, proporcionaría menos ayuda financiera a las personas de bajos ingresos pero mantendría algunos de los avances hechos en la reforma de Obama, como prohibir a las aseguradoras que suban los precios de los seguros por enfermedades preexistentes.

La presentación de los textos legislativos abre la puerta para un duro y complejo debate en el Congreso estadounidense, donde los legisladores debatirán el desmantelamiento y sustitución de una de las legislaciones más complejas de las últimas décadas para el país.

Los republicanos esperan acabar con algunas de las partes fundamentales de la ley impulsada por Obama, conocida popularmente como "Obamacare", incluyendo los créditos fiscales basados en bajos ingresos, que ayudan a millones de estadounidenses a pagar sus seguros.

Bajo el plan republicano, los créditos fiscales basados en los ingresos salariales serían reemplazados por créditos que irían aumentando con la edad.

Además, aquellos que no obtenga un seguro médico, serán sancionados con un incremento del 30% de los costes, una medida para evitar la disuasión a adherirse al nuevo sistema.

Los republicanos han tratado de acabar con la ley sanitaria de Obama desde que la impulsara en 2010, con el apoyo de las dos Cámaras, entonces gobernadas por los demócratas.

Los conservadores argumentan que el sistema actual no permite a los ciudadanos escoger un plan de salud entre varias opciones, sino que fuerzan a los ciudadanos a ajustarse a las ofertas federales y a las empresas a cumplir con las coberturas de sus empleados.

Sin embargo, bajo el Gobierno de Obama, decenas de millones de personas que no contaban con cobertura médica obtuvieron un seguro gracias a su sistema.

La propuesta republicana aún tiene que ser revisada por la oficina de presupuesto no partidista del Congreso para evaluar su impacto, pero precisamente hoy cuatro senadores republicanos se opusieron a la propuesta, de cuyo contenido ya tenían conocimiento.

Rob Portman, de Ohio; Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental; Cory Gardner de Colorado y Lisa Murkowski; de Alaska, rubricaron hoy una carta diciendo que el borrador de la Cámara que habían revisado no protegía adecuadamente a los ciudadanos de sus estados.

Y es que en los estados a los que representan, la ley de Obama había ampliado considerablemente el acceso a Medicaid, el sistema por el que los ciudadanos de bajos recursos obtienen ayudas para tener cobertura médica.

Asimismo, varios senadores ultraconservadores, como Mike Lee, de Utah; Rand Paul, de Kentucky; y Ted Cruz, de Texas, también mostraron sus reservas sobre el texto presentado por sus colegas de la Cámara Baja, por lo que junto a los republicanos más moderados podrían obstaculizar el avance de la nueva ley en el Senado.