El ultraderechista holandés Geert Wilders pidió este lunes "cerrar las fronteras como única solución a gente" como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mientras que su contrincante, el liberal Mark Rutte, negó que Holanda esté "islamizada" y dudó de la capacidad del populista para gobernar.

El primer y único "cara a cara" entre ambos políticos, que lideran las encuestas de intención de voto con 24 escaños cada uno (de 150 que tiene el Parlamento) para las elecciones del próximo miércoles en Holanda, se centró en la crisis diplomática con Turquía y en el islam como supuesta "amenaza" a la identidad holandesa.

Ambos políticos, que se acusaron mutuamente de falta de credibilidad, mostraron un desinterés total en cooperar o negociar una coalición de Gobierno después de las elecciones del día 15.

"Nadie confía en Mark Rutte porque ha incumplido sus promesas de la campaña de 2012. Nadie en Holanda le cree", aseguró Wilders sobre el liberal a quien él mismo ayudó a gobernar en la legislatura 2010-2012.

Rutte respondió que el populista "huyó desvergonzadamente cuando se empezaron a tomar medidas difíciles por el interés nacional", en referencia a la salida de Wilders de la coalición parlamentaria en 2012, lo que ocasionó la dimisión del Gobierno y la celebración de elecciones parlamentarias.

Wilders definió de "insulto a los votantes" la negativa de Rutte de cooperar con el ultraderechista y le advirtió de que el miércoles su partido "no juega en cuartos de final, sino una final contra los mentirosos a los que Holanda no quiere ver más" al mando del Gobierno.

Sobre la crisis diplomática con Turquía

El ultraderechista exigió expulsar "inmediatamente" al embajador turco en los Países Bajos y a su personal porque la crisis con Turquía, a causa de la prohibición en Holanda de mítines de responsables turcos, "se está intensificando cada vez más", aseguró.

"Aquí vemos la diferencia entre tuitear desde el cómodo sillón de tu casa y gobernar el país", le espetó Rutte, entre aplausos de los asistentes al debate.

Según Wilders, el 60 por ciento de los turcos en Holanda apoyan a Erdogan, lo que es señal de que "no están integrados", después de que fuera abucheado este lunes por decenas de manifestantes con banderas turcas en el acceso al edificio de la televisión que acogió el debate.

"Esas personas que están ahí fuera con banderas turcas demuestran que tenemos un gran problema y están dejando claro que no son holandeses", afirmó Wilders.

Por su parte, el primer ministro afirmó que "actuaría de la misma manera" la próxima vez que haya una crisis similar con Turquía y Wilders le acusó de ser "rehén de Erdogan".

Cuando Rutte intentó responder a las críticas de su contrincante, Wilders le interrumpió de inmediato y no le dejó contestar.

"Sé que no te gusta que te contradigan, puedes bloquearme en Twitter, pero esta noche deberías escucharme", ironizó Rutte sobre los frecuentes mensajes que Wilders escribe en Twitter para comunicarse con sus seguidores.

El primer ministro señaló que los Países Bajos tienen actualmente "una de las mejores economías" de Europa, gracias -dijo- a las "concesiones de los partidos por el interés nacional".

Sobre el sistema sanitario, ambos tuvieron un tenso debate debido a las medidas de austeridad aplicadas durante los últimos cuatro años.

El debate estuvo principalmente protagonizado por el enfado de Wilders y las risas irónicas de Rutte, mientras que el público asistente aplaudió en varias ocasiones al líder del Partido Popular de la Democracia y Libertad (VVD), el actual primer ministro, quien atacó los planes antiislamistas y euroescépticos del líder ultraderechista.