Tras la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Francia vivirá el próximo 7 de mayo una segunda vuelta en la que pugnarán el centrista Emmanuel Macron y la líder de la ultraderecha Marine Le Pen. En un país que vive bajo la permanente amenaza del terrorismo islamista y cuyos indicadores económicos llevan años dibujando un escenario de estancamiento, la probabilidad de un triunfo de Marine Le Pen constituiría una sacudida de imprevisibles consecuencias no solo para la república sino también para la Unión Europea, donde el papel de París es, pese a la creciente influencia alemana, capital en los aspectos político y económico.

Le Pen ha maquillado el ideario de su padre Jean Marie, el fundador del Frente Nacional, pero no ha renunciado a sus tesis básicas: más chovinismo, una estrategia antiinmigración y una economía "patriótica". El Frente Nacional, el partido al que comenzaron apoyando en los 70 los nostálgicos de la ocupación francesa en Argelia, se ha transformado en un partido que busca capitalizar el descontento de las zonas obreras y rurales. Estas son algunas de sus promesas:

Salir del euro o de la Unión Europea

La Pen, que dijo que la Unión Europea le recordaba a la Unión Soviética, persigue recuperar la soberanía económica de Francia. La líder del FN quiere sacar a su país del euro en un plazo de seis meses y reimplantar el franco como moneda nacional. Si Bruselas y la eurozona no acceden a sus deseos, propondrá un referéndum para la salida de Francia de la UE, el ´Frexit´.

Cortar la libre circulación de ciudadanos de la UE

El otro aspecto que causa más pavor en Bruselas es el de clausurar el denominado ´espacio Schengen´ en Francia. Le Pen quiere restablecer el control de las fronteras nacionales, lo que impediría la circulación sin barreras de los ciudadanos comunitarios. El FN plantea expulsar a todos los extranjeros en situación irregular y.prohibir el reagrupamiento familiar.

Expulsión de todos los islamistas extranjeros

Le Pen ha tratado de transmitir el mensaje de que solo el FN tiene una estrategia apta para luchar contra el desafio que el Estado Islámico lleva a cabo contra Francia, un país en el que sus atentados han matado a más de 230 personas en los últimos dos años y medio. Si llega al poder, Le Pen buscará que todos los islamistas extranjeros sean expulsados, además de cerrar las mezquitas en las que prediquen imanes extremistas. Se detendrá a todos los franceses con nexos con organizaciones radicales y se les retirará la nacionalidad.

Más policías y gendarmes en las calles

El Frente Nacional busca cortar el problema de la inseguridad mediante la expulsión de todos los delincuentes extranjeros. Si cumple su programa, Le Pen pondría a patrullar a 15.000 policías y gendarmes más, ampliaría las cárceles y aumentaría en 40.000 plazas el ejército galo, además de extender el presupuesto de Defensa hasta el 2%.

Ayudas sociales solo para los franceses

El "patriotismo" económico que propugna Marine Le Pen pasaría, una vez recuperado el franco, en estimular un modelo de crecimiento basado en créditos baratos para empresas y familias, promoviendo los beneficios arancelarios y fiscales para las compañías que apuesten por mano de obra local y no extranjera. Asimismo, las ayudas sociales se destinarán, en primer lugar, a franceses y no a ciudadanos de otros países.