Hay un vídeo que se ha hecho viral en internet y cuenta con más de un millón de visualizaciones. En él se puede ver a Donald Trump moviendo diferentes objetos que hay encima de la mesa. Mirad primero el vídeo y luego lo explico:

Aparte de lo cómico del vídeo, si os fijáis, no los mueve hacia cualquier lado. Siempre se trata de un desplazamiento exocentrado; es decir, de dentro hacia fuera.

Lo que está haciendo en realidad con estos desplazamientos tiene que ver con la territorialidad.

Lyman y Scott definieron en 1967 tres tipos de territorios:

  • Los territorios primarios: son espacios y objetos que yo poseo, que son míos. Por ejemplo, en una oficina, mi mesa de trabajo o mi ordenador.
  • Los territorios secudarios: son los espacios y objetos que no me pertenecen pero que utilizo e incluso asocio a mí mismo. Por ejemplo, "mi sitio" en mi restaurante habitual. O el lugar donde siempre aparco el coche debajo de mi casa.
  • Los territorios públicos: son los espacios que no son de nadie. Por ejemplo, un banco en medio de la calle.

Estos mismos autores identifican tres formas de "entrar" en el territorio del otro.

  • La contaminación: se ensucia o contamina un territorio o lugar (por ejemplo, hacer ruido en una conferencia o en la iglesia).
  • La invasión: utilizo tus cosas sin tu permiso para mis propios objetivos (por ejemplo, utilizo tu ordenador y le cambio el salvapantallas, o interrumpo a un ponente para hablar yo).
  • La violación: utilizo las cosas de otro sin su permiso (por ejemplo, te cojo un boli sin tu permiso, me siento en tu mesa de despacho).

Donald Trump se encuentra en todas las situaciones del vídeo en una mesa de reuniones que parece pertenecer a la Casa Blanca.

La mesa es por tanto un espacio primario para él; es decir, siente que le pertenece, porque está dentro de su territorio. Es lógico (ojo, no digo que me parezca bien ni mal, digo que tiene un motivo, una razón de ser) que Trump intente que ese espacio que ocupa en la mesa sea lo más amplio posible. Porque son los demás los que están violando su territorio. Alguien puede pensar que sí tienen permiso, y por tanto no se puede hablar de violación del espacio. Efectivamente, así es. Otra cosa muy diferente es lo que la parte inconsciente del cerebro de Donald Trump sienta, teniendo en cuenta que nos encontramos con una persona muy dominante, que tiene muy marcado el sentido de la propiedad, el "yo" y el "tú", "mi espacio" y tu espacio" (el muro fronterizo con México sería una consecuencia de esto) y cuya individualidad (en contraposición al concepto de grupo) es patente en sus intervenciones.