La primera dama polaca, Agata Kornhauser, protagonizó la anécdota del día en la reunión del G20 en Hamburgo al esquivar el saludo de Donald Trump cuando el líder de Estados Unidos y el de Polonia, Andrzej Duda, junto a sus respectivas parejas, se encontraron en el evento.

El presidente de Estados Unidos, tras saludar a Duda, tendió la mano a Kornhauser, pero ésta pasó de largo para estrechar la de Melania Trump, al parecer por un despiste que no debió de gustar al mandatario estadounidense, a juzgar por su expresión. El saludo, en todo caso, acabó produciéndose.

Joachim Sauer, marido de la canciller alemana, Angela Merkel, ejerció de anfitrión de las parejas de los líderes de las principales economías del mundo y las potencias emergentes, a quienes mostró un centro puntero de investigaciones sobre el clima situado en Hamburgo.

El programa de la jornada incluía un recorrido en barco por el puerto de Hamburgo para descubrir las principales atracciones de la ciudad hanseática, como la Filarmónica del Elba.