Al menos 44 personas han muerto en dos naufragios de embarcaciones de transporte de pasajeros ocurridos entre el martes y hoy en Brasil, uno frente al litoral atlántico de la ciudad de Salvador y otro en un afluente del río Amazonas, según los balances parciales divulgados por las autoridades.

El naufragio en la mañana de este jueves de una lancha rápida en la Bahía de Todos los Santos, en el litoral nordeste de Brasil, dejó al menos 23 víctimas, mientras que el hundimiento en la noche del martes de un navío en el río Xingú, en la Amazonía, provocó la muerte de al menos 21 pasajeros.

La doble tragedia puede ser mayor debido a que los cuerpos de rescate aún buscan a otras 21 personas de entre las 133 que ocupaban la embarcación que se hundió en el Atlántico y a cinco de entre las 49 que viajaban en la que naufragó en el Xingú, un afluente del Amazonas.

Las causas de ambos accidentes aún son investigadas y, pese a que en los dos casos había condiciones meteorológicas adversas, también fueron denunciadas omisiones y falta de condiciones de seguridad de las empresas transportadoras.

Comparecencia de Temer

El propio presidente brasileño, Michel Temer, se apresuró a anunciar medidas para investigar las causas de los naufragios en un comunicado en el que lamentó los accidentes, manifestó solidaridad para con los familiares de las víctimas y colocó a disposición equipos del gobierno federal para colaborar en los rescates.

"Las medidas para investigar las causas de los accidentes y sancionar a los responsables están siendo adoptadas en las tres esferas del Gobierno" (central, regional y municipal), según el comunicado del jefe de Estado.

El hecho más grave ha ocurrido hoy con una de las embarcaciones de la Asociación de Transportadores Marítimos de Bahía (Astramab), empresa que opera los navíos de transporte de pasajeros entre Salvador, la histórica y turística capital regional, y la isla de Itaparica.

La lancha Cavalo Marino I, con capacidad para transportar a 162 personas y que viajaba con 129 pasajeros y 4 tripulantes, se hundió hacia las 6.30 hora local de este jueves a unos 200 metros de la playa de Mar Grande, en Itaparica, poco después de zarpar rumbo a Salvador.

Las numerosas embarcaciones de pescadores que ayudaron en las tareas de socorro y los tres navíos y tres lanchas enviados por la Marina retiraron del mar los cuerpos de 22 víctimas, en tanto que un bebé de un año que había logrado sobrevivir no resistió y murió cuando ya estaba en una ambulancia.

Los equipos de socorro rescataron con vida a 89 de los pasajeros, en su gran mayoría atendidos por médicos en la playa de Mar Grande.

Tan sólo cuatro de los sobrevivientes, los más graves, tuvieron que ser trasladados a hospitales de Salvador.

Los sobrevivientes relataron que la embarcación zarpó con condiciones meteorológicas adversas, con lluvia, vientos fuertes y olas de hasta dos metros, y que una ola levantó la lancha por uno de sus costados, con lo que todos los pasajeros fueran lanzados hacia el otro lado, y que una segunda ola terminó volteándola.

Algunos pasajeros denunciaron que no había chalecos salvavidas suficientes.

Este naufragio ocurrió un día después de que se fuera a pique una embarcación de pasajeros en el río Xingú, en el estado amazónico de Pará y en un suceso que, según un último balance difundido hoy, dejó al menos 21 muertos y unos cinco desaparecidos.

El miércoles fueron retirados del río diez de las víctimas y hoy halladas otras once. El barco transportaba a 49 pasajeros pero 23 consiguieron nadar hasta las orillas del río Xingú.

Según dijeron algunos supervivientes, hubo un vendaval, se formó un remolino y el navío "Comandante Ribeiro", que había zarpado del municipio de Santarém y se dirigía a Vitoria do Xingú, terminó dando una vuelta de campana y se hundió a pocos metros de la costa.

Según la Agencia Regional de Regulación y Control de Servicios Públicos (Arcon), la embarcación naufragada, perteneciente a la empresa Almeida e Ribeiro Navegación, no tenía autorización para transportar pasajeros ni registro ante el órgano regulador.

De acuerdo con estadísticas citadas hoy por la prensa, al menos 1.160 personas murieron en los últimos 36 años en naufragios en ríos de la Amazonía y gran parte de los casos implicó a embarcaciones sin autorización para transportar pasajeros.