El condenado a muerte Alva Campbell, de 69 años, vivió este miércoles una pesadilla de 30 minutos en la sala de ejecuciones de la cárcel de Lucasville (Ohio, EEUU). Ese fue el tiempo que estuvieron buscándole una vena para practicarle la inyección letal y acabar con su vida. Como los sanitarios no hallaron la vena, la ejecución fue abortada y el reo volvió a su celda en estado de 'shock', según informa El País.

Los abogados de Campbell ya habían avisado de que aplicarle la inyección letal era prácticamente imposible debido a su precario estado de salud. Sin embargo, no se dio marcha atrás a la ejecución.

Alva Campbell fue condenado a muerte por el crimen de Charles Dials, un joven de 18 años al que mató de dos tiros en la cabeza el 2 de abril de 1997. El condenado asaltó a Dials en su coche tras arrebatarle el arma a un agente que le custodiaba cuando se dirigía a un juicio por robo.

Se trata de la tercera vez que se suspende una ejecución en la historia de EEUU. La primera fue el 3 de mayo de 1946 en Luisiana. Un joven que estaba en la silla eléctrica se libró porque falló la corriente. Al segundo intento, la silla cumplió su cometido.

El segundo precedente se remonta al 15 de septiembre de 2009 también en Ohio. En esta ocasión, la ejecución fue suspendida tras 18 intentos de clavarle la aguja a Romell Broom, condenado por violar y matar a una niña de 14 años. Broom continúa en la actualidad en el corredor de la muerte.