Al menos 40 personas murieron y más de 30 resultaron heridas este jueves en un atentado suicida en Kabul dentro de una madrasa o escuela coránica, situada en un edificio que también alberga las oficinas de una agencia de noticias afgana, según un nuevo recuento del Ministerio del Interior.

La explosión en el interior de la madrasa se produjo hacia las 10.30 hora local (06.00 GMT) en el área de Qala-e-Nazer, en el oeste de Kabul, confirmó a Efe el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Nasrat Rahimi, quien añadió que entre las víctimas hay mujeres y niños.

El mismo inmueble alberga también las oficinas de la agencia de noticias afgana Sada-e-Afghan y una mezquita, explicó el portavoz.

Este es el segundo ataque de relevancia en Kabul esta semana, después de que al menos siete personas murieran y otra más resultara herida el lunes en un atentado suicida contra una oficina de la principal agencia de inteligencia afgana.

La capital afgana ha sido objetivo además este año de graves ataques insurgentes.

A finales del pasado mayo se produjo en la capital afgana el peor atentado en el país desde 2001, cuando un camión cargado de explosivos causó 150 muertos y más de 300 heridos.

Desde el final de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.

El EI reivindica el atentado

Por otro lado, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría del atentado suicida contra el centro cultural chií en Kabul, en el que al menos 40 personas murieron y más de 30 resultaron heridas este jueves.

Un mensaje difundido por el sitio web de propaganda Amaq, vinculado al grupo yihadista, afirma que un suicida del EI se hizo explotar en ese centro cultural, que precisa recibe apoyo iraní.

Según esa fuente, el atentado causó la muerte de cien personas y causó heridas a por lo menos 120.

Los atentados contra la minoría chií son comunes en Afganistán y el último de ellos de relevancia se produjo en octubre, cuando murieron 39 personas y otras 45 resultaron heridas en Kabul en un ataque reivindicado por el EI.