El informe republicano desclasificado este viernes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recoge que un miembro del FBI reconoció ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que el dossier elaborado por el exespía británico Christopher Steele fue "parte esencial" de las investigaciones sobre la injerencia rusa.

El dossier, teóricamente elaborado para la campaña de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, sirvió como base para que se ordenase vigilar a Carter Page, asesor de Trump. Este documento fue una "parte esencial" de las peticiones del Departamento de Justicia y del FBI para espiar a Page, según el documento de cuatro páginas.

Steele, descrito como "fuente del FBI", habría recibido 160.000 dólares por parte de los demócratas a cambio de la elaboración del polémico dossier y de obtener información "peyorativa" sobre Trump. El informe cita unas palabras de Steele en las que le dice a un miembro del Departamento de Justicia que está "desesperado por que Donald Trump no fuese elegido presidente".

Como telón de fondo de toda esta polémica, figuran las acusaciones vertidas contra Trump y el Gobierno ruso por su supuesta connivencia en la campaña previa a las elecciones de 2016, algo que ambas partes se han esforzado en negar. Se investiga la posible injerencia de Moscú en dichos comicios en favor del magnate neoyorquino.

Los demócratas, que intentaron en vano publicar un informe alternativo al que ahora han divulgado los republicanos, han asegurado que el texto que se ha hecho público incluye materiales de forma selectiva, en un intento por desacreditar al fiscal especial Robert Mueller, designado para investigar los lazos entre Trump y Moscú, y al 'número dos' del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein.

El FBI, uno de los teóricos damnificados, también esgrimió el miércoles en un insólito comunicado que "tuvo una oportunidad limitada de revisar este informe el día antes de que la Comisión votase a favor de su publicación". "Como expresamos durante nuestra revisión inicial, tenemos graves dudas sobre omisiones que afectan fundamentalmente a la exactitud", alegó la agencia.

Trump ha hecho caso omiso a las advertencias y finalmente este viernes confirmó que había devuelto el informe al Congreso para su publicación. "Harán lo que tengan que hacer, pero es una vergüenza lo que le está ocurriendo a nuestro país", alegó el presidente, quien también apuntó que "muchas personas deberían sentir vergüenza".