Un viticultor jubilado, un carnicero, un exalbañil y un gendarme que se ofreció como rehén para lograr liberar a una civil son los cuatro fallecidos en el recorrido sangriento del terrorista yihadista Radouane Lakdim alrededor de Trèbes, en el sur de Francia.

Jean Mazières, viticultor jubilado

Fue la primera víctima del yihadista. Jean Mazières, viticultor que llevaba dos años jubilado, murió en el acto al principio del recorrido criminal de Lakdim. Era el pasajero del Opel Corsa blanco sobre el que disparó el yihadista en Carcasona para robarlo. El conductor, un hombre de nacionalidad portuguesa, está gravemente herido.

Nacido en el pueblo de Villedubert, Mazières, casado y padre de un hijo, se implicaba mucho en asociaciones. "Era una persona muy alegre que amaba la vida y al que le gustaba pasarlo bien", comentó Marc Rofes, alcalde de Villedubert, un pueblo situado a cinco kilómetros de Trèbes, el lugar de la toma de rehenes del yihadista. "Hemos perdido a alguien a quien todo el mundo apreciaba", añadió.

Christian Medves, carnicero en el supermercado

Al comienzo de la toma de rehenes en el supermercado de Trebes, Lakdim mató de un disparo en la cabeza a Christian Medves, empleado en la carnicería del establecimiento, sobre las 11:15, según un testigo y compañero de trabajo del fallecido. "Aún no sabemos lo que ocurrió, pero conociendo a Christian, me imagino que quiso interponerse. Era un buen tipo, un tipo valiente y digno", contó Franck Alberti, amigo suyo, al diario L'Indépendant.

Medves, casado y padre de dos hijas, acababa de celebrar sus 50 años y tenía una nieta de un año. Era una persona que amaba la vida y muy deportista.

Hervé Sosna, exalbañil, cliente del supermercado

Al lado del carnicero se encontraba un cliente al que también mató el yihadista: Hervé Sosna, de 65 años, un albañil jubilado que iba al supermercado dos veces por semana, según contó su hermanastro William Durand, al diario regional La Dépêche du Midi.

"Tenía grandes capacidades intelectuales, leía mucho, sobre todo poemas. Pero como nunca había querido abandonar Trèbes, se había dedicado a la construcción", contó Durant, que veía todos los días a su hermanastro. "No se había metido con nadie y lo mataron así".

Arnaud Beltrame, el gendarme heroico

El teniente coronel Arnaud Beltrame ofreció a Lakdim ocupar el lugar de una rehén en el supermercado y dejó su teléfono conectado para ayudar a las fuerzas de seguridad. Herido de gravedad por el asaltante, el gendarme de 45 años murió el sábado al amanecer.

El presidente francés, Emmanuel Macron, le rindió homenaje destacando que el oficial había "mostrado una excepcional sangre fría (...) que merece respeto y admiración de toda la nación".

"Dio su vida por otra persona. Sabía seguramente que no tenía prácticamente ninguna posibilidad" de sobrevivir, dijo su hermano Cédric a la radio RTL. "Era su razón de vivir, defender la patria", aseguró su madre.