La Fiscalía General del Estado de Nueva York ha abierto una investigación por la muerte de un hombre negro por disparos de la policía, hecho ocurrido este jueves y que generó protestas de familiares y vecinos de la víctima.

Saheed Vassell, que sufría problemas mentales y un trastorno bipolar, murió de diez disparos hechos por agentes de la policía tras recibir denuncias de que la víctima estaba apuntando a personas de la calle con lo que parecía ser una pistola.

Pero después de ser abatido se descubrió que las amenazas las estaba haciendo con un trozo de cañería con un mango, un objeto que fácilmente se podría haber confundido con una pistola. Los hechos se registraron en el barrio neoyorquino de Crown Heights.

La portavoz de la Fiscalía General de Nueva York, Amy Spitalnick, indicó desde su cuenta de Twitter que las pesquisas de los hechos han quedado a cargo de la unidad de investigaciones especiales.

"Nos comprometemos a realizar una investigación independiente, exhaustiva y justa", agregó la portavoz.

Las pesquisas se realizan a partir de una orden emitida en 2015 por el gobernador del estado, Andrew Cuomo, para analizar casos relacionados con la muerte de civiles desarmados causadas por agentes policiales, añadió Spitalnick.

De acuerdo con la explicación dada a los periodistas por el jefe policial Terence Monahan, la policía recibió al menos tres llamadas de vecinos de Crown Heights sobre la presencia en las calles de un sujeto que estaba apuntando a gente con lo que parecía un arma.

En una de las llamadas se dio el aviso de que, al parecer, el sujeto estaba haciendo disparos.

Agarró el objeto y apuntó a los agentes

Cuando los agentes llegaron al lugar, Vassell se colocó en posición para disparar, agarró el objeto con sus manos y lo apuntó a los policías, tres de ellos de paisano y dos en uniforme.

El sujeto recibió diez disparos, hechos por tres agentes de paisano y uno de uniforme. Se certificó su muerte en el hospital al que fue trasladado.

Sólo después de ser abatido los agentes descubrieron que el objeto era un trozo de tubería metálica con un pomo para agarrarlo.

La policía presentó fotografías y vídeos en las que se ve a Vassell amenazando con ese objeto a gente de la calle.

Monahan dijo que las llamadas que se recibieron no indicaban que se trata de una persona "emocionalmente perturbada", sino de alguien "que estaba apuntando a la gente de la calle con lo que parecía ser una pistola".

"Tenemos que ceñirnos estrictamente a los hechos", insistió.

Vecinos de Vassell reconocieron que el fallecido tenía problemas mentales pero era "inofensivo". Decenas de ellos se congregaron horas después de que Vassell fuera abatido por la policía para protestar la actuación policial.

El padre del fallecido, Eric Vassell, declaró a la misma cadena que su hijo era bipolar aunque no estaba siendo tratado con medicamentos.

"La policía tenía que elegir, siempre tienen opciones. No deberían entrenarlos para matar. Deberían entrenarlos para salvar vidas", agregó.