Una reflexión ha acompañado a Víctor Pérez (Albacete, 1988) desde que fichó por el Levante UD: su voluntad de seguir en Primera División. «Quería jugar en Primera, el Levante UD me aportaba eso, dentro de todas las opciones que tenía la más estable era el Levante UD», confesó ayer en su presentación oficial Víctor Pérez, que será «granota» en calidad de cedido durante las dos próximas temporadas. Continuar en la élite era un objetivo primordial para un futbolista cuya trayectoria ha sido una carrera de fondo, labrada en las dificultades propias de categorías inferiores, en las que destacar para dar el salto definitivo es complicado.

Una figura clave para entender por qué Víctor Pérez es uno de los puntales del Levante UD es la de Alberto Marcos. El exlateral izquierdo, histórico capitán del Valladolid, fue su compañero en el Huesca en Segunda División, en la temporada 2010-11. En el Alcoraz, no obstante, las cosas no marchaban del todo bien para Víctor. Tras una aceptable primera temporada, en la segunda sus apariciones se frenaron y no fue un futbolista relevante. Cuando jugaba lo hacía en la banda, desplazado de su posición ideal. Aún así, Alberto vio en su capacidad de trabajo, seriedad y personalidad un jugador perfecto para su primer proyecto como director deportivo del Valladolid. «Es un tío serio, recto y responsable», afirman desde su entorno cercano. En Pucela, y con el cariño de Miroslav Djukic, que le transmitió su entera confianza, Víctor desenvolvió las virtudes que no había podido explotar en las categorías inferiores del Real Madrid, donde fue cortado ante la abundancia de jugadores creativos, en los juveniles del Getafe y también en su primera experiencia en Segunda con el Alcorcón: las de un mediocentro dotado de buena capacidad técnica y llegada desde segunda línea. La continuidad se vio truncada en la última temporada, a las órdenes de Juan Ignacio Martínez, debido a unas molestias físicas que no acababan de desparecer y que le cortaron el ritmo.

A pesar de esa contrariedad, tanto José Luis Mendilibar con quien no coincidió en Valladolid pero que ha sido su gran valedor para el fichaje, como el director deportivo Manolo Salvador coincidieron en la necesidad de incorporarle. Su incorporación está pensada para cubrir una eventual venta de Pape Diop y, a falta del fichaje de Mariño y el ya oficial de Rafael Martins, la plantilla estará virtualmente cerrada.