El Llevant, con el apoyo de 400 «granotes» y más facilidades de las previstas, se llevó el envite de Almería, primera de las cuatro victorias que hay que sumar para llegar con plenas opciones a la última jornada, cuando el Elche visitará Orriols en un derby que podría ser una fiesta o un drama fraticida. El sábado los del indalo estuvieron blandos en defensa, sin ideas en ataque y poco intensos. Esos síntomas, sumados a la desconexión con la grada y a la destitución de JIM, dejan contra las cuerdas al club en que se forjó Unai. El vasco que hoy acecha Orriols, ha puesto a Iborra a las puertas de la Selección, haciendo encajar a la perfección sus virtudes en el esquema táctico de uno de los mejores Sevilla de la historia.

Tras la victoria y con 28 puntos en el haber, el Llevant aborda el partido sin la ansiedad de hace unos días. Los hispalenses llegan con la obligación de ganar para seguir optando a plaza Champions; los levantinos deben dejarse el alma porque, pese a las dificultades del encuentro, una victoria pondría la salvación a tiro de piedra. Sin embargo, no hay que lanzar campanas al vuelo. En el mundo del fútbol entre el día y la noche apenas hay un suspiro, sin siquiera los matices del atardecer, y se detecta cierta euforia entre la parroquia granota. Ahora, de repente, Ivanschitz es un fuera de serie, Vyntra y Juanfran estuvieron sobrios en defensa y Barral entra en la historia por ser el primero en anotar dos hat trick con el Llevant en 1ª. Pero seguimos al borde del abismo, tras una lamentable temporada en la que ha sido un suplicio ver a jugadores de contrastada calidad, como el austriaco, el griego, el de Barona y otros, con una intensidad impropia de un profesional; en la que el gaditano solo ha marcado en 5 de los 27 partidos que ha disputado.

Es más que probable que entre el sábado por la noche y hoy, Alcaraz haya puesto al servicio del vestuario toda su capacidad para escribir odas a la prudencia y para abortar conatos de fuegos de artificio. Parece de Perogrullo, pero hay que machacar una idea: lo de Almería servirá de poco si no se continúa con la misma actitud sobre el césped. El Sevilla es uno de los equipos más en forma de Europa. Y para vencerle hay que hacer gala de esas virtudes tan escasas este año: intensidad máxima, coberturas defensivas de volantes y extremos, solidaridad entre líneas, velocidad por bandas, desborde, acierto en ataque? El Sevilla se le da bien al Llevant: no consigue vencerle desde enero de 2011 y los blaugrana han ganado 4 de los últimos 6 encuentros (Madrid y Barça no cuentan). Esta podría ser una noche para dar la campanada. Solo si el Llevant salta al campo al 125%.