La Fundación del Levante UD «Cent Anys», en posesión del 70% de las acciones del club de Orriols, será la que decida, finalmente, la venta o no de su paquete accionarial y, por tanto, el futuro de la propiedad de la entidad azulgrana. Los accionistas minoritarios del Levante UD, en poder del 30% restante de los títulos, serán informados de los pormenores de la oferta de Robert Sarver y su opinión será escuchada, pero sin que ello implique ningún tipo de derecho vinculante respecto a la elección final sobre la venta, que corresponderá en todo caso al patronato de la Fundación.

Este escenario, corroborado ayer por los patronos de la Fundación, contradice en buena medida lo que José Manuel Fuertes afirmó el martes pasado mientras daba parte de los acuerdos alcanzados por el patronato. Cabe recordar que el presidente de la Fundación apuntó que se convocaría una Junta Extraordinaria de Accionistas en la que la Fundación «se abstendría», para que el voto del 30% de los accionistas «alumbrase» la decisión final de los patronos. Según el patronato de la Fundación, José Manuel Fuertes no explicó correctamente el concepto, ya que la idea del actual dueño del club es que el pequeño accionista conozca la oferta, pero sin la autoridad para echarla atrás si la Fundación la valora como positiva. Y viceversa. El 30% de los accionistas no podrán dar luz verde a la venta si la Fundación no ve con buenos ojos la propuesta final del magnate de Arizona.

Desde este órgano se aclaró ayer que la «intención» que los patronos manifestaron el martes durante la reunión en el estadio es trasladar al levantinismo con la máxima transparencia posible la propuesta que el dueño de los Phoenix Suns y la comisión negociadora logren definir en estas próximas semanas o meses. En este sentido, los patronos consideran que la fórmula más plausible es la celebración de una Junta Extraordinaria de Accionistas en la que se pueda exponer a los levantinistas el proyecto de Sarver. No obstante, en el encuentro del martes los patronos también trataron otras alternativas, e incluso uno de ellos propuso abrirla no sólo a los accionistas sino también a los socios en una asamblea informativa, a pesar de que la idea de una Junta General Extraordinaria fue la que más apoyos sumó. No se llegó a tratar en ningún momento, ni mucho menos hubo acuerdo, en que su carácter fuera vinculante y que a los pequeños accionistas les asista un derecho de veto sobre la oferta que acabe presentando a la Fundación el banquero norteamericano.

Entre las razones esgrimidas ayer para argumentar esta posición, miembros de la Fundación señalaron que varias familias de tradición levantinista —Pechuán, Boluda, Crespo... — tienen una notable presencia en ese 30 % accionarial y no sería justo dejar en sus manos la responsabilidad de aprobar o rechazar la venta. Por otro lado, también se añade que lo normal es que haya sintonía entre las sensaciones del patronato y las del 30 % de los accionistas, puesto que una parte de esas familias ya goza de representación en el patronato que compone la Fundación del Levante UD.