El Genoa ha dado su brazo a torcer finalmente por Iván López. El conjunto italiano tenía al lateral valenciano del Levante UD entre sus objetivos prioritarios para reforzar su defensa de forma inmediata, pero finalmente buscará otras opciones al no poder convencer a la entidad «granota» de su incorporación. Iván tiene una cláusula de 10 millones de euros y en las conversaciones mantenidas el club llegó a rebajar sus pretensiones hasta los 4 millones de euros, que el Genoa consideró inasumibles.

Fuentes cercanas al club italiano destacaban «la dureza» en las negociaciones con el presidente Quico Catalán. Al Genoa le urgía reforzarse con dos laterales titulares, uno derecho y otro izquierdo, pero su disponibilidad financiera era limitada. No podían esperar y finalmente se decantarán por una opción más económica, como Issa Cissokho, lateral del Nantes y hermano del exvalencianista Aly Cissokho.

La otra conclusión de la fallida operación es que el Levante UD ya acepta negociar por Iván. La postura inamovible que Catalán había mostrado respecto al carrilero valenciano, muy parecida a la de anteriores negociaciones con otros clubes por Iborra o Keylor Navas, se suaviza ante la evidencia de la parálisis en las negociaciones para que Iván renueve un contrato que expira en 2016, a pesar de contar con una oferta formal desde el mes de enero.

Entre la disyuntiva de aprovechar la calidad de un jugador de la casa, emergente y en crecimiento, o resignarse a tener que escuchar ofertas, el punto medio se sitúa en los 4 millones de euros en los que, finalmente, no se cerró el trato con el club de Marasi. El Genoa ha sometido a Iván a una rigurosa vigilancia durante toda la anterior campaña, recopilando excelentes informes. Incluso se pudo ver al director deportivo del club ligur, junto a Fabrizio Preziosi, hijo del presidente Enrico Preziosi, en Mestalla, presenciando el último derbi, en el que Iván jugó la segunda mitad.

Toño, sólo en seguimiento

En una temporada como la pasada, muy complicada para el Levante UD, el de Iván fue el caso de uno de los pocos jugadores que salieron revalorizados. Como Morales, Camarasa, Barral y, también, Toño García. Éste último, también fue supervisado por el Genoa. Los emisarios del equipo de Gian Piero Gasperini lo siguieron en directo pero, finalmente, no acabó de convencer y no se concretó ninguna oferta.

Por otro lado, el Levante UD continúa peinando el mercado a la búsqueda de dos centrales titulares. La competencia ha complicado de momento los objetivos de Manolo Salvador, con los intentos por Sidnei, Velázquez y Feddal.

Fuertes sigue reuniéndose con más consultoras

El proceso de venta del Levante UD, por otro lado, apura su fase preliminar. La comisión negociadora integrada por Quico Catalán, José Manuel Fuertes, Javier Martínez, Luis Calero y Enrique Grima concreta las conversaciones con la firma consultora que se encargará de asesorar a la Fundación, máxima accionista, durante el tiempo que se prolonguen las conversaciones con Robert Sarver, el aspirante a comprar el club.

Ayer mismo, el presidente de la Fundación, José Manuel Fuertes, mantenía una reunión con una de las consultoras. La decisión de la comisión negociadora parece inminente, y la intención es hacer público el nombre de la consultora escogida.

Por otro lado, el levantinismo despedía ayer a Rafael Martí Tárrega, histórico y muy querido socio de la entidad, fallecido el pasado lunes. Martí Tárrega, de 70 años, siempre estuvo al lado del club, incluso en los años más oscuros, entre los 70 y 80, de divisiones inferiores y crisis financieras. Una época en la que llegó a poner dinero de su propio bolsillo pero en un discreto plano, sin querer llegar a figurar nunca como directivo de la entidad.