La venta del Levante UD al norteamericano Robert Sarver está en manos de sus pequeños accionistas. Exactamente, de todos aquellos que se reparten el paquete secundario del poder del club «granota», que supone un 30 por ciento de la propiedad „el resto, el 70 por ciento, es el que da la propiedad a la Fundación Cent Anys a la espera de resolverse la operación„. El escenario ha quedado definido de esta manera después de las condiciones impuestas por el Patronato al dueño de los Phoenix Suns. El máximo accionista, en sintonía con el Levante UD, ha introducido en el contrato una claúsula en letras bien grandes para que el patrimonio de la institución siga en sus manos. Objetivo: salvaguardar el estadio Ciutat de València y la Ciudad Deportiva del equipo, en Buñol, de un posible interés especulador del comprador. Sobre esa cuestión deberá votar el 30 por ciento del accionariado en una asamblea que se celebraría en septiembre, en caso de que el próximo martes la Fundación de vía libre a la operación.

Bajo estas premisas, aceptadas por Robert Sarver, el Levante UD tendría asegurado su patrimonio a largo plazo. Además, iniciaría una nueva etapa sin las cargas actuales, una vez el empresario estadounidense se ha comprometido a saldar las deudas de la entidad. Sarver se ofrecía a pagar al contado 20 de los 51 millones de euros de la deuda del Levante UD, aparte de los 5 millones que desembolsaría por el valor de las acciones. El resto, unos 30 millones, quedarían neutralizados con una ampliación de capital. El club, sin embargo, pidió al norteamericano mayores garantías acerca de esta última operación durante la reunión del pasado miércoles. El norteamericano se ausentó de la sala y mantuvo en vilo a los 33 patronos durante un momento. Finalmente, apareció y dijo que no tenía ningún problema en desembolsar directamente lo 56 millones de euros. Asunto resuelto.

El dueño de los Phoenix Suns no puso pegas, tampoco, a las condiciones de la Fundación para quedarse con el estadio y la ciudad deportiva en propiedad. Sarver quiere el uso de la explotación comercial del recinto de Orriols, como es lógico, así como de los activos. La plantilla de futbolistas y la modernización del estadio, con mejoras adaptadas a la filosofía norteamericana, son sus principales obsesiones.

El Patronato votará el martes si da via libre o no a la transmisión accionarial del Levante UD a Robert Sarver, para lo que necesita la aprobación de al menos dos tercios de los patronos (22 de 33). Si el resultado es un «sí», entonces el Levante UD convocará una Junta General de Accionistas. Como el estadio es un activo relevante, es necesaria la votación de los accionistas para aprobar o no el traspaso de los inmuebles del Levante UD al Patronato. En esta asamblea, la Fundación se abstendría por motivos éticos, por lo que el futuro de la entidad de Orriols está en manos de sus pequeños accionistas.

En el grupo del 30 por ciento del accionariado tiene cierto peso la familia Boluda, de tradición levantinista. Su postura es importante para conocer si la venta será o no una realidad.