El fichaje de Diego Mariño para las próximas tres temporadas no le costará un solo euro al Levante UD. Formalmente, el club de Orriols tendrá que abonar 250.000 euros al Valladolid, pero esa cantidad saldrá del bolsillo del propio Mariño, quien ha renunciado a parte de su ficha con el fin de que la entidad levantinista pudiese cerrar su incorporación sin salirse de los parámetros económicos que se había marcado. Según fuentes conocedores de la operación, Mariño percibirá un salario en el Levante UD algo inferior al que cobraba en el nuevo Zorrilla. A cambio, volverá a disfrutar de la posibilidad de jugar en Primera División.

Cabe señalar que en el equipo blanquivioleta tenía pocas opciones de ser titular, ya que Garitano ha apostado desde el principio por Kepa Arrizabalaga. Por contra, el cuerpo técnico del Levante UD valora de forma positiva la experiencia de Mariño el año pasado y cree que la competencia con Rubén mejorará el rendimiento de ambos arqueros sobre el terreno de juego.

«Es como llegar tarde a casa»

El guardameta entrenó ayer por la mañana con el resto de la plantilla azulgrana, a la que conoce prácticamente en su totalidad tras su paso por el club el año pasado. «Tenía muchas ganas de estar aquí, volver a estar con los compañeros, entrenar y volver al equipo en el que el año pasado fui muy feliz, donde me trataron espectacular», explicó Mariño al finalizar la sesión. «Al final, es como llegar un poco tarde a casa. Conozco a todo el mundo, la manera de trabajar... No necesito periodo de adaptación. Ahora a entrenar, sin pensar en nada más», señaló el cancerbero.

Respecto al fichaje de Rubén Martínez, con el que peleará por un puesto en el once, Mariño subrayó que intentará ganarse la confianza de Alcaraz. «Competencia siempre hay, pero seguro que va a ser sana y tengo muchas ganas de entrenar, de trabajar, de ganarme un puesto y esperar la oportunidad para ponerle las cosas difíciles al mister. Aquí todos tenemos que remar en la misma dirección y yo vengo a aportar mi granito de arena para conseguir los objetivos de la temporada», manifestó el vigués.

Por último, aseveró que el final de mercado lo vivió «tranquilo», pese a que su fichaje se oficializó pasadas las 22.30 horas. «Estaba muy tranquilo. Hacía días que estaba todo arreglado, era cuestión de papeles y burocracia. Estaba más pendiente de cómo se cerraban los equipos y los últimos fichajes que de mí», concluyó el nuevo portero granota.