Rubén Martínez regresa esta noche a la que fue su casa durante una década. Entró en la antigua Masia en 1997, cuando era un prometedor infantil, y allí, apenas a una decena de metros del Camp Nou, aquel joven gallego se hizo futbolista junto a otros pequeños imberbes, como Iniesta y Messi. Con ellos entrenaba, estudiaba, bromeaba y soñaba con llegar un día a debutar con el primer equipo del Barça. Su deseo se acabó haciendo realidad. Fue el 18 de diciembre de 2004, en un Barcelona-Valencia (1-1), cuando Víctor Valdés fue expulsado. Rubén entró al campo en el minuto 74 en sustitución de Xavi. Un momento imborrable en su memoria.

Sin embargo, su puesta de largo como portero del Barça llegó en la siguiente jornada, tres días después. Su estreno como titular en Liga fue ante el Levante UD de Schuster, que aquella noche acarició la heroicidad de vencer al conjunto de Rijkaard. Un gol de Eto´o lo impidió al final.

Hoy, once años después, Rubén Martínez defenderá las mismas porterías que en aquella ocasión, pero lo hará con el escudo levantinista bordado en la camiseta. «Es algo especial, porque volver allí, donde estuve tantos años siempre es especial. Recuerdo que ganamos el partido, que fue después de mi debut cuando expulsaron a Víctor Valdés», rememora el meta para Levante-EMV. En aquel duelo, Jofre consiguió perforar su portería y Rivera estuvo a punto de instaurar el 1-2 en el marcador, pero el árbitro anuló el gol del menudo mediocentro. Al final, los tres puntos se quedaron en Barcelona.

Esta noche, los que estarán enfrente de Rubén serán Messi, Suárez y Neymar, imparables si están entonados. «Es muy complicado pararles, si tienen el día para nosotros va a ser muy difícil, porque no sólo es parar a Messi, sino a todo un colectivo entero. Es muy complicado, pero no imposible. Tenemos que estar casi perfectos y ellos que no tengan el mejor día», explica el levantinista.

«Al Camp Nou se va a sufrir»

Respecto a Messi, con el que compartió vestuario y banquillo en el primer equipo, reconoce que a pesar de ser distinto desde niño, no creyó que llegase a ser el jugador que es ahora. «Despuntaba desde pequeño, tenía seguro que llegaría y se mantendría en el primer equipo, pero no me podía imaginar que iba a llegar donde ha llegado. Ahora bien, si alguien podía hacerlo ése era él. Se lo ha ganado», concluye el excompañero del astro argentino.

Culpa de Messi es que la función de Rubén sea hoy una de las más complejas. En el Camp Nou el portero rival sólo tiene dos opciones: salir con unos cuantos goles encajados o ser la figura del partido. «El portero va a sufrir, pero depende como salga el partido disfrutas o no. Hay días que es complicado, sobre todo si ellos están finos», resume el guardameta.

Por otra parte, Rubén asegura que ha iniciado la temporada «con ganas de conseguir la primera victoria lo antes posible». «El fútbol es muy largo y no tiene memoria. Todo lo que has hecho hasta ahora no vale de nada si no lo refuezas día a día. No te puedes relajar», reflexiona. Un aviso para navegantes culers.