Mauricio Cuero lo tiene claro. Entre los clubes que han mostrado interés por su fichaje, la oferta del Levante UD es la que más le convence. No por las cantidades económicas de su contrato, sino porque el colombiano considera «un sueño» jugar en la Liga española, tal como ayer señaló a este periódico. Esta actitud del jugador, favorable a vestir la camiseta levantinista, es un balón de oxígeno para el presidente del Levante UD, Quico Catalán, y el director deportivo, Manolo Salvador, que ayer continuaron con las negociaciones en Argentina para cerrar la llegada del joven extremo.

El Banfield, club donde Cuero juega cedido, dispone de dos semanas para hacer efectiva la opción de compra del jugador, de un millón de euros, al club La Equidad, que posee sus derechos. En cuanto lo haga, el Banfield está dispuesto a negociar un traspaso del colombiano, pero con un precio de salida que supere ese millón de euros. En esa puja por Cuero, además del Levante UD, se han presentado equipos europeos y también sudamericanos, atraídos por la evolución del veloz extremo.

Pese a ser la opción preferida por Cuero, el Levante UD sabe que deberá afrontar otro desembolso. En este punto, son importantes los plazos de pago que acepte establecer el Banfield.

Hueco para Thomas

En caso de confirmarse su llegada, Cuero se convertiría en el tercer jugador extracomunitario de la plantilla junto al brasileño Deyverson y el colombiano Lerma. Eso no impediría la incorporación de Thomas Partey, puesto que aunque el futbolista del Atlético de Madrid es de origen ghanés, el Tratado de Cotonou le permite diputar la Liga en calidad de jugador comunitario. De hecho, el Levante UD espera la luz verde de Simeone para que el centrocampista pueda estar a las órdenes de Alcaraz a principios de enero.