Si Jesucristo se despidió de los suyos con la última cena, Lucas Alcaraz lo hizo de Orriols con un último desayuno muy amargo. A más de uno se le atragantó. Después de la victoria ante el Villarreal y las buenas sensaciones de la derrota honrosa en el Bernabéu, el levantinismo esperaba en la mañana de ayer la mejor versión del Levante UD. Nada más lejos de la realidad. La delantera de la Real Sociedad, liderada por Agirretxe, no se apiadó de un Levante UD excesivamente frágil en defensa y firmó en una goleada (0-4) que escoció mucho en el palco.

En los primeros 25 minutos, la Real Sociedad no tuvo rival. El centro del campo se convirtió en una pista de baile en la que los donostiarras hacían sonar la música que se les antojaba. Con Zurutuza y Prieto al mando, la línea de tres cuartos blanquiazul no dejó de abrir y cerrar puertas a sus delanteros. Así, en el minuto cuatro, una jugada trenzada en el área levantinista acababa con Vela solo en el segundo palo dispuesto a fusilar a Rubén. Incomprensiblemente, la envió fuera.

Sólo fue un aviso, porque tres minutos después, un pase de calidad de Agirretxe volvía a dejar solo a Vela. Toño, despistado en la cobertura, no fue capaz de corregir su error y el mexicano remachó a gol sin oposición a la segunda, ya que el meta gallego consiguió rechazar con el rostro el primer disparo.

Nada nuevo en el Ciutat de València el tener que jugar contra la adversidad en el marcador. Sin embargo, este vez el equipo no lograba despertar. Sólo algunos balonazos desde la retaguardia creaban algo de inquietud a la defensa vasca, que apenas sufrió en los primeros compases. En el minuto 25, una buena internada de Toño acabó en un centro medido para que Roger rematara a placer ante Rulli. El portero argentino, no obstante, evitó el empate de manera milagrosa.

La respuesta en el otro área no se hizo esperar. Prieto puso el balón en la cabeza de Agirretxe tras un grave fallo en la marca. El remate fue imparable. Como la cascada de protestas lanzadas desde la grada.

El resto del primer tiempo se jugó a empujones. Sin fútbol, pero con más tensión. Roger remató al larguero en la última jugada antes del descanso, una prueba definitiva de que no iba a ser su día.

En la segunda parte, Alcaraz sacudió el choque al dibujar un 4-3-3 en el césped, con Ghilas, Deyverson y Roger en punto. Por contra, la Real pudo matar tras la reanudación a balón parado. No fue hasta que faltaban 20 minutos que el Levante UD creó peligro, pero sin concretar. Deyverson, a bocajarro, dejó pasar otra oportunidad.

En los últimos instantes la Real Sociedad sentenció con dos goles que redondearon la goleada contra los granotas ya cabizbajos. Deyverson, desesperado por marcar, se ganó la expulsión al simular un penalti. Un roja a la impotencia que le privará del derbi.

Fue una triste despedida para Alcaraz, que ayer se marchó del Ciutat con una goleada.