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Orriols alto

Más allá de Orriols

Indignados. Así despertamos muchos levantinistas el sábado cuando conocimos la noticia „avanzada por Pedro Valero en estas mismas páginas„ de la exclusión del equipo alevín del Levante U.D. del Torneo «Liga Promises» con el objetivo de poder hacerle hueco al Real Madrid. La organización (LFP y la Fundación El Larguero) prefirió optar por el conjunto de la capital, otorgándoles los billetes de avión para Miami, donde tendrá lugar el certamen, pese a que los granotas habían demostrado su superioridad imponiéndose a los merengues en la competición de ámbito nacional.

Esta polémica, motivada por el flagrante agravio comparativo con los madridistas, incendió a la masa social granota, inundando las redes sociales de críticas a los responsables de la competición. Y con razón. La meritocracia del balón quedó sepultada por la fama y la fortuna. La antítesis de lo que debería ser el deporte.

No obstante, esta historia tiene su lectura en positivo: ha servido para poner el foco sobre el trabajo desarrollado en el fútbol base y su triunfos. Lo cierto es que la excelente labor realizada desde la cantera levantinista ha conllevado que ésta haya experimentado una brutal modernización y crecimiento, al ritmo de clubes como el Villarreal.

En una comunidad autónoma antaño dominada por el Valencia CF cada vez son más los equipos del conjunto azulgrana formados por los más jóvenes que compiten, plantan cara, y en muchas ocasiones, se imponen a escuelas de solera en el ámbito nacional e internacional.

El hecho de que cientos de niños vistan cada fin de semana la elástica granota, promueve el sentimiento de pertenencia, y convierte a los niños en los mejores embajadores posibles de una masa social ávida de crecer.

Quizás deberíamos de poner más en valor este trabajo, muchas veces ensombrecido por el protagonismo del primer equipo. En poco tiempo, el Levante UD ha pasado de recibir los descartes del vecino, a posicionarse como una cantera de élite en el panorama español. Más que un avance, podríamos hablar de una conquista.

En este mismo sentido, el club, además de progresar, ha sido y es un pionero en muchas iniciativas, como la apuesta decidida por el fútbol femenino desde hace más de una década „aunque aún queda mucho camino por recorrer„, las sinergias tejidas con otras modalidades a través de las secciones como la del fútbol sala, y la integración social a través del deporte con los proyectos EDI y Masclets.

Más allá de Orriols, también existe y se vive el Levante UD. Es la versión más palpable de la expansión de la entidad durante esta época. Habrá quien lo considere algo accesorio, secundario, y poco importante. Se equivocan. El levantinismo se practica, y se contagia, día a día, en Buñol, el Cabañal y en el Terrer. No perdamos esta perspectiva.

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