El camino hacia la permanencia del Levante UD en Primera División pasa, ineludiblemente, por su rendimiento en el Ciutat de València. Hasta el final del campeonato liguero, el equipo de Rubi debe jugar once encuentros como local, es decir, afrontará la disputa de hasta 33 puntos en su propio estadio. De ellos, seis enfrentamientos son contra rivales directos en la intensa lucha por la salvación —Málaga, Rayo Vallecano, Las Palmas, Getafe, Sporting y Espanyol—.

La primera de estas once «finales» para los azulgrana se celebrará el próximo miércoles 30 de diciembre, cuando el Málaga de Javi Gracia visite Orriols. Con sólo 11 puntos en el casillero, el choque ante los andaluces es una oportunidad para maquillar los malos números en el torneo antes de que finalice la primera vuelta. Los de Rubi están a tres puntos del Granada, en la 17ª posición, la primera fuera de la zona de descenso, por lo que un triunfo ante los blanquiazules mantendría a los levantinistas en plena batalla por la permanencia. A partir de ahí, en las siguientes semanas pasarán por el Ciutat clubes como el Rayo y Las Palmas, también inmersos en la parte baja de la tabla. Si el Levante UD es capaz de sumar los seis puntos en estas dos citas, muy probablemente se acerque a la salida del túnel, con toda una segunda vuelta por delante.

Por contra, en la segunda manga de la Liga, el Barcelona, Real Madrid, Valencia, Atlético de Madrid y Athletic serán los invitados más complicados, por lo que los duelos ante el Getafe, Sporting y Espanyol serán fundamentales.

El segundo peor equipo en casa

Ante esta situación, la gran preocupación de Rubi es mejorar las prestaciones de su plantilla en los partidos en casa. Tal como explicó en la previa del enfrentamiento ante el Athletic, el entrenador catalán es consciente de que el nivel del Levante UD es menor en Orriols, donde acusa la responsabilidad y la presión de jugar al ataque, mientras el rival se parapeta en defensa y sólo sale al ataque en busca de contragolpes. De hecho, Rubi todavía no sabe lo que es vencer desde el banquillo del Ciutat de València —ha empatado ante el Deportivo y ha perdido ante el Betis y el Granada, también empató contra el Espanyol en Copa—. Por todo ello, el barcelonés no descarta aplicar un cambio de sistema en los próximos encuentros.

El Levante UD ha jugado, hasta la fecha, ocho partidos en su feudo, de los que ha ganado uno (Villarreal), ha empatado tres (Sevilla, Eibar y Deportivo) y ha perdido cuatro (Celta, Real Sociedad, Betis y Granada), con un balance goleador de siete goles a favor y 13 en contra. Con todo ello, sólo ha sumado seis de los 24 puntos que había en liza. Se trata de los datos del segundo peor conjunto como local en la Liga, donde sólo el Granada ha sido capaz de empeorar estos registros. La escuadra nazarí, dirigida por Sandoval, sólo ha sumado cinco puntos en el nuevo Los Cármenes —sólo ha vencido en una ocasión—. Por contra, ha cosechado nueve puntos como visitante, cuatro más que los logrados por el Levante UD.

Un central y un jugador de ataque para el mes de enero

Aunque Rubi marcó como final de plazo el partido del Atlético, en el cuerpo técnico se vería con buenos ojos la llegada de otro jugador de ataque en el mercado invernal. Más allá de la incorporación de Mauricio Cuero, la dirección deportiva analiza las opciones para fichar un delantero e incluso un mediapunta que aumenten el nivel de la plantilla, con muy malos registros goleadores. Por otra parte, otra de las prioridades del club es firmar la llegada de un central, tal como el director deportivo, Manolo Salvador, reconoció hace unas semanas. El mercado de fichajes se abre el próximo

4 de enero.