El entrenador del Levante UD, Joan Francesc Ferrer «Rubi», aseguró ayer que su equipo, está en un momento «en el que parece que todo está girado del revés» y lamentó que a los errores propios se uniera que en la falta que precedió al gol rival hubiera un fuera de juego. «Cuando todo esto pasa, lo normal es que te falta algo», aceptó el técnico que admitió que su equipo ha empeorado en el aspecto ofensivo. «Hemos involucionado en pasarnos menos y en generar ocasiones, a nivel defensivo no estamos tan mal», señaló.

Rubi recordó la mejoría del equipo cuando aterrizó en Orriols, el pasado 27 de octubre, antes del derbi ante el Valencia. «Cuando llegamos le dimos un nuevo aire al equipo y eso nos permitió lamentar que fallamos muchas ocasiones. Ahora, la situación es un poco más complicada y al equipo le está costando tener el balón. La idea es tener un resultado positivo para cambiarlo pero no está llegando», lamentó.

«No solo nos cuesta no sólo marcar goles, sino también hacer ocasiones. Hemos tenido un mal principio y un mal final. Al inicio estás intranquilo porque quieres salir de esta situación y al final porque te desesperas porque pasan los minutos y no marcas", explicó.

Al equipo «los golpes duros les cuesta superarlos y el 0-1 nos ha matado del todo, parece que nos pasa algo malo y se nos acaba todo», dijo Rubi.

El entrenador catalán dijo que, en el año nuevo, espera «trabajar hasta encontrar la tecla y encontrar a los jugadores» que los puedan «sacar de ahí con personalidad y con una dosis de calidad» que necesitan y que si no tienen capacidad «para seguir empujando» es que «no se pueden dedicar a esto».

Respecto a la posibilidad de que las incorporaciones en el mercado de invierno cambien la cara al equipo, advirtió que «mirlos blancos tampoco hay muchos».

«Lo primero es trabajar con la gente de dentro y valorar con el club si hay algo que nos pueda ayudar. Hay muchas esperanzas en Mauricio Cuero. Pero como entrenador no me voy a excusar en los fichajes» concluyó el entrenador levantinista.