El Levante UD ya está en Vigo. El equipo azulgrana, que esta tarde vestirá de amarillo para enfrentarse al Celta en Balaídos (18.15 h.) ha aterrizado en la ciudad gallega con optimismo en las maletas. A diferencia de otros desplazamientos, los rostros sonrientes han marcado la tónica del viaje. La victoria ante el Rayo la semana pasada ha inyectado una dosis de alegría en la plantilla azulgrana. Además, en el caso de Trujillo la alegría es doble. El defensa, que ha superado una grave lesión ocular, estrena paternidad y desea dedicarle el triunfo a su hija, de apenas unos días de edad. También para Mariño, que hoy regresa a su casa. El portero ha recibido la visita de familiares y amigos en el hotel de concentración del Levante UD.

Por otro lado, Mauricio Cuero y Deyverson, dos de los futbolistas más destacados el sábado pasado, aspiran a la titularidad junto a Morales en la punta de lanza del ataque levantinista.

El presidente del club, Quico Catalán, inmerso en la labor de abordar los fichajes de enero, ha acompañado al equipo en este desplazamiento a la capital viguesa, sin perder de vista las operaciones para obtener la cesión de Atsu y Giuseppe Rossi.