Los cimientos de la escuela del Levante UD se tambalean. En los últimos días, un escrito de protesta rubricado por 50 entrenadores y trabajadores de las categorías inferiores del club azulgrana, aunque sin los nombres y apellidos de ninguno de ellos, ha encendido una mecha que todavía nadie ha logrado apagar en la entidad de Orriols. El texto expone el malestar generalizado que se respira en la cantera levantinista debido a las condiciones laborales que viven los técnicos y sus ayudantes. Concretamente, la misiva destaca su escasa retribución económica, entre 250 y 500 euros brutos al mes.

El texto fue enviado por correo electrónico al presidente del Levante UD, Quico Catalán y al director deportivo, Manolo Salvador. En él, se desgranan las quejas derivadas de la situación en la que trabajan los entrenadores de fútbol 11 y fútbol 8 en la Ciudad Deportiva de Buñol. Después de la modificación legal de 2013, en la que se obliga a estos trabajadores a pagar impuestos, los técnicos granotes perciben entre 250 y 500 euros al mes en bruto. Se trata de la misma cifra que cobraban antes del cambio de legislación en neto, con lo que, en definitiva, han visto reducido su sueldo. Cabe recordar que la Ciudad Deportiva está a 45 kilómetros de Valencia y sólo los gastos para los desplazamientos absorben gran parte de este salario. La cantidad, de hecho, está por debajo de la media de la que cobran los empleados de este tipo en escuelas como la del Villarreal o el Valencia CF, donde se perciben hasta 700 euros por llevar equipos de fútbol 11.

Por otro lado, desde el club y la Fundación del Levante UD Cent Anys, la responsable del día a día del fútbol base azulgrana, se niega rotundamente que se pague a ningún entrenador en negro, aunque sí se reconoce que hay preparadores o ayudantes en prácticas.

En esta línea, y pese a que su nombre no aparece en el texto elaborado por los 50 entrenadores, el gran señaladopor el estallido de este conflicto es David Salavert, el director de la cantera. En los últimos tiempos, aún los buenos resultados deportivos cosechados en casi todas las categorías, su figura se ha visto debilitada ante una parte del consejo de administración y también ante algunos integrantes del organigrama de la cantera. Y es que, más allá del asunto salarial, su política deportiva no convence a una facción de la escuela, en la que se considera que se abusa de los fichajes para el filial cada temporada, sin dar salida a los jugadores criados en el Juvenil. Así, no se entendió en su momento la marcha de futbolistas como Ovejero, Kike Torrent, Calderón y Armando, entre otros, después de mostrar un notable nivel en las categorías inferiores.

Asimismo, el irregular rendimiento del filial azulgrana este año ha erosionado la confianza depositada en Salavert. Con Miguel Ángel Villafaina al frente del banquillo, el autor del ascenso a Segunda B el pasado mes de junio, lo cierto es que la plantilla actual del Atlético Levante UD no está dando la talla en la categoría y, lo que es peor para el club, no aporta jugadores al primer equipo. Excepto Pepelu y Ribelles, Rubi no encuentra en el filial a ningún futbolista o proyecto de futbolista que le pueda ayudar en el primer equipo. Algo que preocupa, puesto que este verano se apostó por firmar a cerca de una decena de refuerzos para mejorar el nivel del equipo y en este mes de enero se ha vuelto a acudir al mercado para invertir en nuevos incorporaciones.

Con todo ello, el consejo de administración del Levante UD se reunió el jueves para analizar la situación de la cantera. En este apartado, José Manuel Fuertes, presidente de la Fundación, expuso como gestor de la escuela granota, su punto de vista sobre las quejas de los entrenadores. Tanto el consejo como la Fundación estudian ahora la solución a un cisma que amenaza con fracturar la unidad de la cantera.

Se mantendrán los sueldos esta temporada

Una vez cerradas las negociaciones por los fichajes de enero, Quico Catalán impulsó una reunión entre los entrenadores molestos con su sueldo, David Salavaert, el presidente de la Fundación y él mismo para abordar los problemas de la escuela. Ocurrió el pasado viernes, en el estadio Ciutat de València. En dicho encuentro se afeó a los técnicos las formas utilizadas para expresar su malestar y se trató de pactar una salida al conflicto. El club y la Fundación estudian ahora qué medidas se pueden aplicars,pero en la reunión se aseguró que esta temporada no habrá un aumento de los sueldos. Eso sí, los técnicos no tendrán costes de desplazamientos. Además, se aseveró que desde la escuela no habá represalias contra los que suscribieron el manifiesto de protesta y se solicitó más diálogo con los rectores de la cantera en busca de alcanzar un acuerdo positivo.