El enigma se resolvió sobre el césped, en el calentamiento. Orban se colocó a la izquierda de Feddal y Tioño a la derecha de Navarro. Quedó al descubierto que el argentino se encargaría de ocupar el laterl azurdo y Toño, el habitual titular en la izquierda, tomaría el relevo de Iván López, lesionado el sábado por la mañana.

La idea funcionó en el primer tiempo, pero en la segunda parte Orban acusó la falta de minutos en el Valencia. Peleteiro, Inui y Enrich se encargaron de buscarle las cosquillas hasta la llegada del segundo gol. Escalante le hizo un túnel que precedió a la sentencia del partido.

Por otra parte, el público de Eibar aplaudió con fuerzas el regreso de Morales a Ipurua, donde formó parte del equipo que consiguió el ascenso hace dos temporadas. El extremo madrileño recibió una sonora ovación cuando su nombre fue anunciado por megafonía y también recibió el cariño de los eibarreses en sus primeras intervenciones. Pese a que fue de los mejores, Morales no pudo repetir el gol de la temporada pasada. Como anécdota, cabe destacar que Morales nunca consiguió marcar como jugador el Eibar en Ipurua.

Además, en la segunda parte Rubi dio entrada a Verdú, que ayer se estrenó como jugador levantiniosta. El catalán empezó muy enchufado, dando un salto de calidad al equipo, pero pronto se observbó que aún no está al cien por cien físicamente. Su ubicación, en el centro del campo, hace prever que puede tener minutos como titular en las próximas jornadas por detrás del conocido otridente ofensivo, ayer muy deslucido.