El Levante UD visitará el próximo domingo (12.00 horas) el estadio del Madrigal para disputar su enésima final por la permanencia. El escenario, siempre complicado en lo deportivo, esconde el recuerdo de muchas emociones para el levantinismo. Y no todas buenas. Como Chapín o el Camp d’Esports de Lleida, el Madrigal ha pasado a formar parte de la historia del Levante UD durante estos últimos años, en los que granotes y groguets se han visto las caras en Primera División.

Sin duda, el instante más amargo para los de Orriols se dio el 29 de junio de 2005, en el derbi que mató a la germanor. «La germanor no existe en la Comunitat Valenciana», dijo Pedro Villarroel tras aquel partido en el que los azulgrana cayeron 4-1 —gol de Reggi— ante el submarino amarillo, con Diego Forlán como estrella. Aquella derrota, en la última jornada, consumó el descenso del Levante UD a Segunda División un año después del ascenso y abrió una herida entre ambos clubes.

Para que las tornas cambiaran hubo que esperar al curso 2010-2011. El equipo de Luis García, condenado en apariencia al descenso, llegó a Villarreal el 5 de febrero de 2011 en pleno inicio de su despegue. Un solitario gol de Valdo supuso tres puntos de oro para los levantinistas que cimentaron un paso decisivo en la remontada hacia la salvación.

No obstante, el Madrigal albergó otro hito azulgrana más emblemático. Fue el domingo 23 de octubre, bajo la lluvia, cuando el Levante UD de Juan Ignacio Martínez, que venía de vencer al Real Madrid, derrotó por un contundente 0-3 al Villarreal. Capitaneado por Ballesteros, aquel equipo rubricó el mejor encuentro del club de Orriols fuera de casa en Primera. Dos goles de Juanlu y uno de Koné regalaron al Levante UD esa noche su primer liderato en solitario en la elite del fútbol español.

El regreso de «Il Bambino»

De aquel encuentro, en el vestuario del Levante UD solo sobreviven Juanfran, Pedro López... y Rossi, aunque el italoamericano participó entonces con camiseta amarilla. Y es que «Il Bambino» regresa el domingo a la que fue su casa cinco campañas, en las que se convirtió en la máxima referencia goleadora de la entidad castellonense. En total, Rossi jugó 192 encuentros oficiales y marcó 82 tantos, de los cuales 57 fueron en la Liga, en la que disputó 136 encuentros como groguet. Curiosamente, tres días después de perder contra el Levante UD en el Madrigal, Rossi sufrió una grave lesión en la rodilla derecha en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid. La lesión le obligó a pasar por el quirófano y a iniciar una rehabilitación de cerca de seis meses que frenó su carrera deportiva y que perjudicó mucho al Villarreal. De hecho, aquella temporada concluyó con el Levante UD en puestos europeos por primera vez en su historia y el Villarreal en Segunda División.

800 entradas en la grada visitante

Con todos esos recuerdos más que frescos —en el último precedente, el curso pasado, el Villarreal venció 1-0—, entre los seguidores levantinistas hay ganas de «invadir» el Madrigal. El Levante UD solicitó ayer al club de la Plana un total de 800 entradas para la grada visitante, a un precio de 15 euros gracias al pacto alcanzado entre directivas al principio de la temporada. Sin embargo, las dimensiones de la grada visitante del Villarreal hacen factible que, si hay demanda, este cupo pueda ampliarse. Desde la Delegación de Peñas y el club granota se está impulsando un desplazamiento masivo de aficionados mediante la fleta de autobuses, pese a que muchos utilizarán su vehículo particular o el tren.

Por otra parte, la plantilla levantinista retomará hoy los entrenamientos después de tres días libres. Lo hará sin Deyverson, aquejado de molestias en la rodilla.

La cláusula de Morales se mantiene en Segunda División

El Levante UD, vivo en la pelea por la permanencia, sabe que volver a Segunda supondría un serio golpe a la economía y a la parcela deportiva del club. En la dirección deportiva se han preparado para tal circunstancia. Así, en caso de descenso, los futbolistas de la plantilla pasarían a cobrar la mitad de su ficha, lo que rebajaría el presupuesto. Además, algunas «perlas», como Morales, mantendrían su cláusula de rescisión, en este caso de 10 millones de euros.