El Levante UD ha caído derrotado este mediodía en el Madrigal por 3-0 en un encuentro en el que el Villarreal fue muy superior al conjunto "granota" desde el primer minuto. De hecho, los goles de Baptistao, Castillejo y Adrián fueron escaso botín para los de Marcelino, ya que en la segunda parte, tras la expulsión de David Navarro por doble amarilla, pudieron firmar un marcador de escándalo.

El equipo azulgrana, respaldado por mil seguidores levantinistas en las gradas, apenas se acercó a la portería de Areola pese a que repitió la alineación de la semana pasada ante el Getafe a que los locales saltaron al césped con un once lleno de suplentes. Jugadores como Soldado, Bakambu, Pina o Mario vieron el partido desde el banquillo, lo que aumentó la sensación de impotencia de los azulgrana. En definitiva, otro paso atrás en la empinada cuesta hacia la permanencia, convertida ya en casi una pared.

El partido se mantuvo igualado, sin prácticamente ocasiones, hasta el minuto 10. Bruno se inventó un pase al hueco en la banda izquierda, donde apareció Leo Baptistao para controlar, internarse en el área y recortar con un golpe de cintura a Navarro, que fue al suelo con mucha facilidad. Ante Mariño, ya sin ángulo para rematar, el hispanobrasileño tiró de punterazo para sorprender al meta gallego, que vio como el balón entraba en el portería entre sus piernas. Un error defensivo en cadena que condenó a los "granotes".

El equipo de Rubi quiso reaccionar. Adelantó líneas y propuso tener más el balón. Sin embargo, las carreras infinitas de Morales ante un inmenso Bailly, una roca impenetrable, y los balones colgados a Deyverson, rodeado de defensas amarillos, fueron los únicos recursos del ataque levantinista. La portería de Areola siempre quedaba lejos.

Con el paso de los minutos, y sin ninguna ocasión clara más allá de un amago de Deyverson en el área que no terminó en remate, el Villarreal recuperó el timón del encuentro. A la media hora, Adrián condujo el esférico son oposición hasta meterse dentro del área gracias a la impulsividad de Medjani. El asturiano sirvió en bandeja el segundo a Castillejo, que con la zurda, no falló. El gol fue un mazazo que afectó severamente a los ánimos azulgrana. La ventaja "grogueta" pudo aumentar en los siguientes minutos, pero ni Adrián ni Baptistao estuvieron acertados para remachar el partido.

De hecho, antes del descanso el Levante UD pudo recortar distancias. Un error claro de Trigueros en la salida del balón permitió que Morales se plantara con el balón controlado a apenas diez metros de la portería rival. El cantearon recortó y disparó con la derecha, pero Areola se sacó una mano espectacular para repeler el balón. Deyverson, sólo en el punto de penalti, le reprochó a Morales no haberle pasado el cuero. Poco después, Verza dispuso de una falta directa al borde del área, pero su tiro se estrelló en la barrera.

La segunda mitad tuvo poca historia. A los tres minutos de la reanudación, el Levante UD lanzó un saque de esquina que se convirtió en un contragolpe del Villarreal. Nahuel controló en la medular y envió un pase a la espalda de la defensa que recogió Adrián. Este condujo con velocidad y remató con precisión, pegado al palo izquierdo de la portería de Mariño para anotar el tercero y apuntillar la mañana.

Por su fiera poco, diez minutos después David Navarro veía la segunda amarilla al cometer una entrada por detrás. A partir de ahí, con inferioridad numérica sobre el césped, el Levante UD se limitó a frenar las embestidas del Villarreal. Los amarillos pecaron de preciosistas en varias acciones y no quisieron hacer sangre de un rival muy herido. Prácticamente de muerte.

En los últimos minutos del partido, parte de la afición del Villarreal animó a la afición del Levante UD con cánticos de apoyo a los azulgrana. Sin embargo, desde la grada visitante, donde se contaba cerca de un millar de levantinistas, los cánticos fueron de reproche a los futbolistas del club de Orriols.