Joan Francesc Ferrer Rubi, entrenador del Levante, aseguró ayer en rueda de prensa que, aunque la situación del equipo, a seis puestos de la salvación, es complicada, «no es definitiva», decía, por lo que deben de seguir peleando para evitar el descenso a Segunda división.

«Esto no ha acabado», señaló Rubi, que prometió que el Levante UD no va «bajar los brazos», comentaba, y que va a intentar lograr la permanencia.

«Todo lo que no sea batallar hasta el último minuto me parece que no es de recibo», argumentó el técnico catalán.

«La sensación de desánimo no nos lleva a ningún lado. Por mi parte, no voy a bajar los brazos y voy a intentar que no los baje nadie y buscar ese momento bueno que tiene que llegar», añadió el entrenador, que dijo que esa racha podría llegar incluso en los cuatro últimos partidos y que, gracias a esos puntos, se podría lograr el objetivo marcado.

Respecto a la situación anímica de los jugadores, sobre todo tras no lograr enlazar victorias en la Liga, Rubi admitió que le «preocupa» que puedan bajar su nivel en los próximos partidos. «Al final, no necesitamos que lo mantenga sino que lo suba».

«Podemos revertir la situación»

«Al final, el espíritu debe ser de luchar al máximo, de estar convencidos de que podemos revertir esta situación y el que no pueda estar en esta dinámica tendrá que ceder el paso a un compañero», advirtió.

«El calendario ha sido muy duro en un momento en el que no estábamos haciendo las cosas tan mal, y hay que pensar que ante la Real Sociedad puede cambiar todo», añadió.

Respecto a ese encuentro de mañana domingo ante el conjunto que dirige Eusebio Sacristán, recalcó que es «muy importante dadas las dificultades que tienen para sumar y dijo que lo primero que deben hacer es intentar reducir errores, tanto atrás como adelante».