Salva Ballesta Vialcho (Zaragoza, 22 de mayo de 1975), es un tipo que no deja indiferente a nadie. Pese a que en sus 15 años como profesional ha sido campeón de Liga con el Valencia CF, campeón de Europa Sub 21 y Pichichi en Primera y Segunda división,se le recuerda casi más por sus polémicas declaraciones que por sus cerca de 200 goles en todos los equipos en los que ha militado. El Aviador jugó en el Valencia CF y en el Levante UD.
¿Se acuerda del derbi de 2007?
Sí, claro. Ganamos 4-2 y el Levante UD salvó la categoría. Recuerdo que marqué un gol. Imagínate lo que es salvar la categoría ante el eterno rival y marcar un gol. Jugamos un gran partido. Para hacerle cuatro goles a un equipo en el que jugaban Cañizares, Ayala, Baraja, Marchena, Silva, Villa, Joaquín etcétera... hay que hacerlo muy bien. Nosotros teníamos un gran bloque con gente magnífica como Manolo Gaspar, Ettien, Riga, Tomassi, Rubiales....
Ese día Ayala jugó su último partido con el Valencia y le expulsaron por hacerle una dura entrada. ¿No eran amigos?
Ayala siempre ha sido un buen compañero y un gran profesional. Muy ejemplar en todo. Un tío callado y trabajador. No se casaba con nadie. Ni con los argentinos. Él me daba y yo le daba. Nos dábamos los dos. Y no pasa nada. Cada uno iba a lo suyo. Y los dos callábamos.
Es verdad, usted no era un rudo defensa central, pero también pegaba lo suyo...
Mi juego era de los de verdad. Tocar y acompañar al remate. E ir a por todas dentro del área. Al choque o lo que hiciera falta. Y no me fue mal.
Los tiempos han cambiado mucho desde entonces para el Valencia, en el que usted jugó, que ya no gana Ligas. Pero el Levante sigue igual, peleando por no bajar a Segunda división
Los dos equipos llegan muy necesitados pero sus angustias son diferentes. El Valencia CF vive sumido en la inestabilidad deportiva y extradeportiva. El Levante UD ha perdido su esencia y su ADN. Es un equipo que pelea por salvarse y necesita la esencia del jugador de la casa. Ahí tiene un handicap. Además, ha tenido mala suerte con los fichajes. Cuero es un gran futbolista pero no está dando el resultado esperado. Al Levante su afición le va a exigir que salga a por todas en el partido contra el Valencia CF porque para ellos sí que es una verdadera final.
¿Recuerda su debut como jugador del Levante UD?
¿Cómo no lo voy a olvidar? Fue un momento histórico para el club, algo maravilloso. Ganamos al Real Madrid 0-1 en el Bernabéu yo marqué el gol. Yo fiché por el Levante UD en el mercado de invierno porque el Málaga entró en la concursal y querían aliviar gastos. Llegué al Levante UD y el equipo estaba en una situación muy delicada. Jugué creo que 14 partidos y metí cinco goles. Y el equipo salvó la categoría.
Con el Valencia CF también vivió un tiempo inolvidable.
En el Valencia CF se logró conjuntar un equipo en el sentido literal del término. Ahí éramos superiores a todos. En eso y en la preparación física. Ganamos la Liga y nadie se lo creía. Yo creo que ni nosotros mismos. Tuvimos un punto de inflexión que fue en Montjuic ante el Espanyol, porque en el descanso Rafa Benítez estaba destituido. Pero a partir de ahí remontamos y fuimos hacia arriba. No perdimos un partido de los diez últimos.
¿Le molesta que se diga que Salva era un jugador polémico?
No me molesta porque los que dicen esas cosas no me conocen. Siempre es más fácil criticar que alabar. A mi esas críticas de gente que no me conoce no me molestan. Además, quien habla de eso es porque no lo hace a nivel de fútbol y por delante de ellos está la gente con la que he compartido vestuario o la que me he enfrentado en un campo de fútbol. Y ahora está la gente que me conoce como entrenador. Y los chavales a los que he entrenado.
¿De verdad usted es apolítico?
Yo soy superdemocrático. Voy siempre de cara y hablo claro. Digo lo que pienso. Acepto cualquier opinión pero quiero que también se acepte la mía. Lo que pasa es que en España hay mucha hispanofobia. Hay gente que pone reparos a todo lo que suene a España. Yo soy español, y los que quiera considerar eso, o llevar una bandera española, como algo extraño, no me van a hacer perder el tiempo en discutir.
