Con casi 40 años, ¿se siente usted fresco para competir en Primera División?

Mucha gente me dice: 'Con 39 años no estás para jugar', pero eso lo oyes cuando el equipo va mal. El fútbol tiene esto. Si estos vieran que estoy todos los días al pie del cañón, si le dieran valor a que estoy en el top ten de los 10 más veteranos de la historia de la Liga.... Los que le dan importancia son los compañeros y el entrenador. Con eso me vale. Para el resto, todo depende de si las cosas van bien o mal.

¿Qué le ha enseñado el paso del tiempo?

Con el Celta subía la banda doce veces y con el paso del tiempo ni la mitad. A la gente no le voy a engañar, y menos lo voy a hacer conmigo mismo.

¿Se cuida mucho?

Como de todo, pero si un día como mucho, al siguiente menos. Si no es imposible estar en activo a mi edad en un deporte tan exigente.

¿Cómo encuentra el equilibrio para seguir al pie del cañón?

Yo siempre digo que el futbolista ha de ser inteligente. Puedes tener todas las condiciones del mundo, pero si no te conoces a ti mismo... A los 25 años ya sabía que mi fuerte no era el uno contra uno, sino que me buscaran en carrera, lanzándome el balón al espacio. Y lo sigo pensando aún. Le he sacado mucho partido porque no intento cosas que no sé hacer.

Levante UD, Valencia, Celta, Besiktas, Ajax, Zaragoza, AEK... ¿Ha besado algún escudo?

Sí, el del Celta y el del Levante UD. En el Celta estuve muy bien, muy cómodo, allí la gente me quiere un montón. Lo que pasa es que yo soy del Levante UD desde los 5 años, porque mi abuelo me llevaba de pequeño. Yo me considero un privilegiado porque además de ser futbolista lo soy del equipo de mi vida.

Jugó con España el Mundial de Corea y Japón (2002). ¿Al Ghandour le manchó la mejor experiencia de su vida?

Ese árbitro (anuló dos goles legales de España en los cuartos de final ante Corea) es el que peor me ha dejado por las preguntas que me hice. No entendíamos nada. Esa sensación, esas imágenes de entrar al vestuario y estar todos llorando. Nos mirábamos y no nos decíamos nada, pero con la mirada nos lo decíamos todo: '¿pero qué ha pasado ahí afuera?' Con el tiempo lo hemos sabido.

¿Siente que salió del Valencia por la puerta que no merecía?

Es muy fácil. Vi que no contaban conmigo. Estuve dos años y jugué 50 partidos, pero en la segunda temporada vi que a pesar de que estaba jugando fichaban a otros (Moriggi y Fagiani) para mi puesto. El segundo año vino el Celta y ya no me lo pensé.

Usted que no recurre a los tópicos, dígame con naturalidad cómo se puede salvar el Levante UD

Pues con compromiso, y eso lo tenemos. De verdad, estamos animados. Pero necesitamos ganar partidos. Y estamos en condiciones de sumarlos contra el Valencia.

Todo apunta a que mañana va a ser titular.

Ojalá. La ilusión que tengo por jugar es enorme. Yo tengo que aprovechar cada minuto, cada partido, cada entrenamiento, porque no sé si voy a estar el año que viene.

Me sirve la pregunta en bandeja. ¿No va a renovar?

En este momento hay cosas más importantes en las que pensar. No lo sé.

Después de jugar en el Valencia o el Besiktas, ¿cree que a la afición del Levante UD le falta exigencia?

Son clubes distintos. Es normal que los equipos con más volumen sean más exigentes. El Levante es más familiar y todo es más cercano. Así nos ha ido muy bien.

¿Se considera un defensa muy duro?

No. Yo nunca he lesionado a nadie. Además, para ganarse el respeto en el campo no hace falta hacer dos entradas fuertes. Entro como han de hacer todos los defensas. Con fuerza, pero con nobleza.

¿Un capitán da consejos al entrenador sobre alineaciones y tácticas?

Quien piense eso no tiene la más mínima inteligencia. No he conocido a ningún entrenador que haya ido a pedirle a un capitán que juegue éste o aquél. Se han dicho muchas tonterías sobre estas cosas.

¿Cómo se imagina su retirada?

Tengo dulces sueños desde hace meses viéndome terminar la temporada salvándonos. A mí el fútbol me tiene que dar esa alegría. Me lo merezco tanto como persona y como futbolista.

¿Le afecta mucho la imputación en el supuesto amaño del Levante UD-Zaragoza de 2011? (hay 32 imputados porque, presuntamente, el Levante UD se dejó perder ante el Zaragoza a cambio de dinero)

No, en absoluto. Ese tema salió hace tres o cuatro años, ya llevamos tiempo con eso.

Terminada la ronda de declaraciones, ¿cree que se va a celebrar finalmente un juicio?

Lo normal es que lo haya. No porque haya algo, sino por el bombo que se le ha dado.

¿Teme algo?

¿Cómo voy a temer algo si todo es mentira? Me digo: ¿Cómo es posible que sigan con esto?

¿Qué tienen contra ustedes?

Ya se apañará él (en relación a Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional e impulsor de la denuncia ). Esto es como todo. Vuelve. No nos vamos a quedar parados. Lo tenemos claro todos. Es evidente que nos están perjudicando. Aquí en España alguien dice algo y la gente se lo cree. ¿Tiene que decirlo un juez para que piensen lo contrario? ¿Y durante esos años, qué? ¿Nadie sabe que tenemos mujer, hijos, familia, todo? Aquí es fácil acusar y a ver lo que pasa. Tienen pruebas de que no hay nada. Han investigado nuestras cuentas y no pueden acusarnos.

Tebas va diciendo en los corrillos que Juanfran es uno de los dos cabecillas.

A mí no me ha dicho nunca nada ni me dirá por la cuenta que le trae.

Mucha gente no se cree la versión de muchos futbolistas del Levante UD ante la juez, según la cual fueron mantenidos por sus padres en el verano posterior al partido y que por eso no utilizaron sus cuentas.

Si esos futbolistas pasan juntos las vacaciones con sus padres, ¿por qué no puede ser verdad? Yo, lo hice por ejemplo. ¿por qué la gente no se lo tiene que creer?

¿Guarda relación con Barkero? Le acusó a usted y a otros tres compañeros (Munúa, Ballesteros y Juanlu) de dejarse perder ante el Deportivo en 2013.

Es evidente que no tengo ninguna relación con Barkero. No hay ninguna explicación a esa acusación.

¿Ballesteros mereció otra salida del Levante UD?

Cuando hay situaciones que se producen por decisiones que toma el club, los jugadores no podemos decir nada. No sirve para nada opinar sobre eso.

¿Tiene usted trato directo con el presidente del Levante UD, Quico Catalán?

Sí, claro, pero yo y todos los jugadores de la plantilla. Incluso el que solo lleva una semana en el club.

Le han bautizado alguna vez como el «futbolista de acero». ¿Cuántas cicatrices tiene?

Muchas. Me han quitado la mitad de un menisco y me he roto algún dedo. Pero lo peor fue un golpe en la cabeza en un partido de Copa Celta-Sporting. Me hice una fractura de cráneo y una fisura en el cerebro. Estuve muchos días en la UVI. Luego, en planta, otro tiempo en el que no podía ni ver la televisión, ni escuchar la radio, sin ruidos ni ver colores. Me tenían que quitar las flores que me enviaban porque me afectaban. Eso me preocupa porque hace pocos años, estando otra vez en el Levante UD, me di otro golpe jugando contra el Mallorca y me salió líquido en la cabeza. Me ingresaron de nuevo en la UVI cuatro o cinco días. Pero me han dicho que no me preocupe mucho.

Pero sigue entrando al choque como si le fuera la vida.

Claro, porque si no lo hiciera no serviría como futbolista. Me habría retirado del fútbol hace mucho tiempo porque es un de mis características.

¿Es usted creyente?

Yo creo, tengo fe. Creo que hay alguien ahí. A mí las personas que no creen y que en los momentos complicados buscan ayuda divina no me gustan. Yo los fines de semana no voy a misa porque estoy jugando. Hay algo que dice mucho del sentido de todo esto: A lo largo de la vida, cuando uno ha ofrecido cosas, el tiempo te las devuelve. Al final el tiempo nos pone en nuestro sitio y eso forma parte de algo que no sabemos qué es, pero que está ahí.

¿Qué futbolista le ha impactado más en sus más de 20 años de carrera?

Uno de los que más, por no decir el número 1, fue Romario, en mi primer año en el Valencia. Me impactó su arrancada increíble de dos o tres metros en el área y luego cómo metía el balón en la portería con la puntera. Dentro del área ha sido el mejor jugador del mundo.