A la salida del estadio de Riazor, entre el desfile de los futbolistas del Levante UD, cabizbajos, la rabia contenida de Diego Mariño era evidente. El meta gallego acababa de encajar su tercer gol en propia puerta esta temporada. Un desafortunado tanto, a cinco minutos del final del partido, que daba la victoria al Deportivo y hundía, un poco más, a los azulgrana en el fondo de la tabla.

«No me lo explico, somos unos desgraciados. Todo lo malo este año nos pasa a nosotros. ¿Y qué podemos hacer? Es increíble, no hay explicación», aseguraba el guardameta, fiel reflejo de la desesperación que el sábado se respiraba en el interior de la caseta granota. «En el vestuario estamos jodidos porque hicimos un buen partido. Apenas habíamos sufrido y un puntito era bastante bueno para seguir sumando y continuar con la racha. Nos lo merecíamos. Pero perder así en el último minuto te mata, te hunde, y no es nada que puedas controlar, es solo azar», remachaba Mariño, quien evitó con sus acertadas intervenciones un par de goles deportivistas.

No obstante, nada pudo hacer ante el remate de Lucas Pérez en el minuto 85. El balón fue al palo antes de rebotar en su espalda y acabar en las redes levantinistas. «¿Qué hago? No puedo desaparecer, no puedo quitarme de ahí... Da mucha rabia».

De hecho, se trata del tercer tanto de estas características que Mariño sufre en sus propias carnes esta campaña. El primero sucedió en el Vicente Calderón en el mes de enero. Con empate en el marcador, Mariño trató de atajar un disparo de Thomas Partey en los instantes finales del choque, pero el gallego acabó introduciéndose, él mismo, el cuero en su portería.

Hace pocas semanas, en el encuentro ante el Real Madrid en Orriols, el chut de Borja Mayoral fue repelido por la madera, pero como ocurrió el sábado, el cuero impactó en el portero levantinista y la acción acabó en gol, prácticamente igual que el sábado con el tiro de Lucas Pérez.

Aún así, Mariño deja una puerta abierta al optimismo. «En casa estamos jugando bien y estamos fuertes. Hay vida, hay que ir a por el Sporting y seguir en esta línea en casa», concluye el cancerbero.