Atendiendo al calendario y a la distancia con los rivales en la clasificación, el objetivo de la permanencia en Primera todavía es factible para el Levante UD. Eso sí, según los precedentes, más que un reto, la salvación es una utopía.

Y es que en la última década, el colista en la jornada 30, a ocho del final del curso, sólo ha logrado mantener la categoría en una ocasión. Esta circunstancia de produjo en la campaña 2008-2009 cuando el Espanyol de Barcelona logró la permanencia en el último suspiro a pesar de haber vivido una situación similar.

Así, en la trigésima jornada de la temporada pasada el Córdoba era último con diecinueve puntos y, tras perder los últimos seis partidos de campeonato y sumar un solo punto en las últimas ocho jornadas (empate 0-0 en Villarreal en la 32), consumó el descenso a Segunda División.

Un año antes, en la temporada 2013-2014, el Betis ocupaba el último puesto de la tabla con veintidós puntos y terminó con veinticinco, ya que únicamente consiguió una victoria en la jornada 37, ya matemáticamente en la división de plata.

En la temporada anterior, el Mallorca también era último con veinticuatro puntos, como el Levante UD ahora y, tras sumar doce en los ocho últimos compromisos ligueros, se quedó a las puertas de la salvación. Todavía no ha regresado a Primera desde entonces.

Por su cuenta, el Sporting de Gijón era el colista tras treinta partidos en la 2011-2012, con un punto más de los que tiene el Levante ahora en su casillero y, después de ganar cuatro partidos y perder otros tantos, los doce puntos cosechados le resultaron insuficientes para salvarse y acabó penúltimo.

Hace cinco años, en la temporada 2010-2011, el colista Almería tenía veintiséis 26 puntos en la trigésima jornada y ocupó el último lugar hasta la finalización del campeonato.

Llega entonces el precedente más optimista para el Levante UD, en la campaña 2008-2009, cuando el Espanyol de Mauricio Pochettino, último a estas alturas con veintiséis puntos, acabó décimo con 47 puntos gracias a un agónico tanto de Corominas en los minutos finales del último partido de Liga. Fue después de ganar siete de los últimos ochos partidos y recibir solo tres goles, en su única derrota frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón por 3-2.

Un año antes, en la temporada 2007-2008, el propio Levante UD ocupaba el último lugar con treinta jornadas disputadas, pero con cinco puntos menos —diecinueve— de los veinticuatro que tienen en la actualidad. El equipo azulgrana terminó la Liga con veintiséis puntos, después de conseguir sólo dos victorias frente a Betis y Getafe y un empate estéril frente al Espanyol.

Más puntos que el año pasado

El Levante UD de Rubi, que ayer entrenó en el Ciutat de València antes de coger tres días de vacaciones —regresará a los entrenamientos el próximo martes para preparar el duelo ante el Sporting— está obligado a mejorar los registros del final de la temporada anterior. El año pasado, con Alcaraz en el banquillo, el equipo azulgrana sumó nueve puntos en las últimas ocho jornadas (dos victorias ante el Getafe y el Córdoba y tres empates con Espanyol, Atlético y Elche) que le llevaron a los 37 puntos finales. Aunque esta temporada esa cifra puede ser insuficiente para la salvación, el Levante UD necesitaría sumar 13 puntos (cuatro victorias y un empate) para igualar los datos del curso pasado.