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Despedida

La melancolía de Giuseppe Rossi

El delantero italiano cumple con seis goles en su corta etapa en el Levante UD, pero se va sin la salvación y sin que el Villarreal quiera recomprarlo a la Fiorentina

Deyverson le frota la bota a Rossi tras su gol ante el Valencia. efe(m. bruque

El delantero Guiseppe Rossi, de 29 años, pone fin a su etapa en el Levante UD con una extraña sensación. Pese a la merma física con la que aterrizó en Orriols en el mercado de invierno, el talentoso atacante italiano ha respondido a las expectativas. Pero se vuelve a la Fiorentina porque no ha superado la prueba de confianza del Villarreal, club que colaboró en su cesión al Levante UD en enero pasado. El conjunto castellonense se comprometió a pagar parte de su ficha a cambio de guardarse una opción de compra de 5 millones de euros. Lo hizo con conocimiento de causa. Rossi había dado muchas alegrías al equipo de El Madrigal en su etapa anterior. Y el Villarreal se planteó recuperarlo para la próxima temporada en caso de resurgir en el Levante UD después de dos años de oscuridad por culpa de las lesiones. También tiene la opción de comprarlo el club de Orriols. Pero el descenso a Segunda División lo hace totalmente inviable.

Los números de Rossi en el Levante UD no son nada despreciables. En 5 meses de competición se ha convertido en el segundo máximo goleador del equipo (6 tantos, todos con la zurda). Es el fichaje invernal más rentable en la historia de la entidad «granota» (supera a a Kalu Uche, que anotó 5 goles en la segunda parte de la campaña anterior). Su efectividad era irrebatible, pero faltaba por ver si el delantero podría recuperar su condición física tras el largo parón que vivió en la Fiorentina. No ha sido el delantero explosivo de antaño, pero, pese las cicatrices que sufre su rodilla (dos operación por rotura del ligamento cruzado anterior), Rossi le ha dado brío a la línea atacante del Levante UD. A sus 6 goles se suman 2 asistencias en 17 partidos disputados, casi todos de titular.

Si el club italiano decidió darle salida en forma de cesión fue precisamente por eso: para darle minutos. Rossi había vivido un calvario de lesiones el año anterior en la Fiorentina. Así lo reflejaba en su libro (My Way), una especie de autobiografía: «Nunca pienso en la mala suerte. Si piensas en ella sales desde varios metros atrás y no te recuperas. Y como la vida es una carrera, que hay que tomarse de forma divertida, pues es mejor no añadir cargas. Si usas mucho los pies y las piernas en tu trabajo es normal que algo se rompa tarde o temprano, pero es la cabeza la que manda. La cabeza es fundamental, siempre, sin cabeza no encuentras la salida».

La «Fiore» fichó a Rossi en enero de 2013 cuando todavía se recuperada de su segunda operación de ligamento cruzado en el Villarreal. Pagó 10 millones. En dos años y medio apenas pudo disputar 25 partidos. Arrancó la temporada 2013-14 como un jabato, ya que en Navidades ya era el pichichi del Calcio (14 goles). Pero la rodilla se le partió otra vez en enero de 2014. De nuevo recuperado, se encontró con otro obstáculo: su falta de sintonía con el entrenador, el portugués Paulo Sousa, con el que apenas contaba. Ahora, el cuadro italiano ha confirmado la continuidad del técnico en el equipo «viola» y esto hace pensar que Rossi no regresará al fútbol italiano. Su deseo es seguir en España. Falta que algún equipo confíe en su más que demostrado talento y deje de desconfiar de un físico no tan superlativo.

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