Tito conoce el Levante UD y el Levante UD conoce a Tito. Vicente Blanco Sánchez (Benidorm, 15-7-1971), regresa a la que fue su casa durante dos temporadas y un club que conoce a la perfección. Desde que abandonó Orriols, en 2005, el nuevo director deportivo de la entidad granota nunca ha dejado de mantener en contacto directo con el Levante UD. Hasta el punto de tener su propio diagnóstico de la situación por la que atraviesa el equipo.

Por ello, Tito, que vuelve a Orriols acompañado de Carmelo del Pozo como secretario técnico, ya vienen con la tarea avanzada. Aunque el que hasta hace bien poco ejercía como director deportivo de la AFE, junto a otro ex levantinista, Luis Miguel Rubiales, no ha hecho sino aterrizar, llega con las ideas muy claras.

Lejos de comenzar a hablar de nombres de jugadores, de altas y de bajas, el objetivo de Tito es que el Levante UD recupere la dinámica ganadora. Tras una temporada horrible, rubricada con un penoso descenso a Segunda división, no hay nada más importante que el hecho de lograr que el conjunto azulgrana vuelva a competir con la máxima intensidad y disfrute de un gen ganador.

Ni siquiera habla de ascenso. Pese a que años ha Tito —que firma por tres temporadas— ya logró ascender con el Levante UD a Primera división, el nuevo director deportivo se caracteriza por ser una persona de honda reflexión, lenguaje pausado, y muy centrado. No es amigo de grandes titulares informativos, pero su mensaje es de los que llegan. Dentro y fuera del vestuario. A los jugadores y a una afición que ha encajado muy bien su designación.

Por este motivo, y lejos de comenzar a elevar el listón a cotas inalcanzables, porque el balón ni siquiera a comenzado a rodar y la presente campaña todavía no ha puesto su punto final, el nuevo director deportivo levantinista sabe que se enfrenta a una carrera de fondo, y que hay que afrontarla con la preparación adecuada. Y en eso sí que va a comenzar a trabajar sin descanso el nuevo técnico azulgrana junto con la inestimable ayuda de Del Pozo.

Sin salidas de tono

En el punto uno de su decálogo, está el de lograr conformar un equipo en el sentido literal del término, empezando por un vestuario sano y comprometido. Por aquí es por donde el Levante UD comenzó a desangrarse esta temporada. Ni siquiera el revulsivo de Rubi, un tipo sereno, pudo frenar la dinámica fatalista en la que se metió el once aulgrana. Las salidas nocturnas de los futbolistas, alguna que otra salida de tono, o negativas a ir convocados a un partido, no son de recibo en un equipo que se precie. Y el Levante UD ha ocupado portadas de periódicos.

Cuando Tito habla de vestuario lo hace con conocimiento de causa, ya que durante las dos temporadas en las que el benidormí militó en el Levante UD (2003-2005), ese grupo era uno de los más compactos que se recuerdan en Orriols. No es de extrañar que en 2004 se lograra un ascenso de categoría tras un inolvidable encuentro en Jerez.