Como la plantilla que pretende construir Tito. «Competitiva». Es el calificativo con el que ayer se definía desde el club azulgrana la campaña de abonos para la próxima temporada, en Segunda División, que el Levante UD presentará hoy de manera oficial.

El objetivo prioritario para la entidad granota es mantener la base social afianzada en estos últimos seis años en Primera División. El club, que el curso pasado alcanzó la cifra récord de los 18.700 abonados gracias a distintas iniciativas, como la de «el club de los niños», se ha fijado ahora el reto de que el Ciutat de València no acuse en el aspecto de sus gradas el regreso a la categoría de plata. Para ello, se espera que esta mañana se anuncien nuevas fórmulas para atraer a los espectadores a Orriols cada fin de semana.

En este sentido, cabe recordar que en la última temporada del Levante UD en Segunda División, el curso 2009-2010 „la del centenario que acabó con el ascenso„, la directiva levantinista acordó una campaña de pases con un precio que oscilaba entre los 180 euros (Gol Orriols y Alboraya) a los 500 (Tribuna Central) en el caso de los abonados adultos no accionistas. Se apuntaron cerca de 10.000. Curiosamente, como consecuencia de una valiente política de abonos durante los seis años en Primera División, la pasada temporada, la 2015-2016, los precios variaban entre 380 y 130 euros para los adultos no accionistas. Es decir, más baratos que en Segunda. Con ello, el club tenía calculado ingresar en caja un total de 1,9 millones de euros.

El presidente del Levante UD, Quico Catalán, será el encargado de presentar hoy la nueva campaña de abonos, en la que se resolverá la duda de si habrá una rebaja de precios para los que obtengan el pase después del descenso.